Revista Cultura y Ocio
El adolescente que lloraba con las peliculas de karate, Carlos Arroyo Cobos
Por Sara Moreno @EldesvandelasmiOpinión Como sabeis, hay muchos autores que se ponen en contacto conmigo para que haga una reseña de su libro, hay veces que rechazó la oferta porque el libro no me llama, pero la gran mayoría de las veces sí les doy una oportunidad, y aunque tarde, siempre termino leyendolos.Este es uno de esos libros que la gran mayoría no conoceréis, yo la verdad que no lo habia oido y no lo he visto por la red, por lo que con mayor motivo me inspira a hacer promoción a la novela, pues tampoco es tanto lo que me cuesta, un pequeño esfuerzo por mi parte, que el autor del libro me agradece.
No sabía lo que encontraría en la novela y aunque no tiene una estructura totalmente definida de ella, pues la historia perfectamente podría haber continuado, sí que me ha sido super agradable de leer, pues el autor ha hecho que retroceda a mí infancia, a ese mundo perdido y anhelado, a unos años que siempre conservaremos en nuestra memoria.
El libro lo narra en primera persona un adolescente en pleno proceso de madurez. Para entender bien la historia debemos situarnos en los años ochenta, en esa infancia donde nos criamos en la calle, con los amigos, haciendo trastadas, madurando a base de palos, de decepciones y alegrías, de experiencias.Nuestro protagonista, de cullo nombre no puedo acordarme, pues creo que no lo nombran en el libro, nos adentra en su vida cuando se inicia una época importante de cambios en su vida. Por fin ha terminado el colegio y el siguiente curso ya sera mayor y comenzará el instituto.Él, un chico tímido y poco lanzado, se pasa toda la novela con un anillo en el bolsillo, anillo símbolo de su amor por Amalia, la chica de su pandilla, la niña que para él es perfecta y de la que hace mucho esta enamorado, pero a la que no se atreve a decirle nada.Así comienza esta historia donde el autor nos adentra en una época desconocida en estos momentos, donde la niñez y los jóvenes crecían de otra manera, donde maduraban experimentando.El protagonista, junto con su banda, nos relata ese verano que estará marcado por los cambios, los desafíos, las experiencias, el amor y los desengaños.El último verano de un unos niños que pasan a ser ya unos hombre y donde aún pueden permitirse las últimas trastadas, las últimas niñerias hasta que les reclame esa madurez que ya los llama.
Me ha gustado mucho la forma de narrar del autor, pues es fiel a la infancia de los años ochenta, con los juegos, las trastadas, las marcas de los productos, incluso las experiencias vividas y los lugares.Es, como ya he dicho, un viaje al pasado, a una infancia irrepetible y que vista desde el punto de vista de un hombre, aún se hace más irresistible, pues conoces los pensamientos y sentimientos de un adolescente de 14-15 años en plena ebullición de hormonas, cosa que hace que más de una escena sea más que graciosa.Como veis, una novela que he disfrutado mucho.Sara