Generalmente, suelo recelar de los spin-off, aunque luego haya algunos que me gustan mucho: Fraiser, Angel, NCIS: Los Angeles... La cuestión es que creo que es difícil dar en la diana con los spin-off porque tienen que mantener un parecido suficiente con la serie madre, pero al mismo tiempo deben tener su propia personalidad para evitar no salir perdiendo en comparaciones. Por ejemplo, Once upon in Wonderland es una miniserie bastante maja, pero no se distinguía demasiado de la original (salvo porque sus efectos eran lo peor de lo peor) y, por eso, salía perjudicada.
¿Y a qué viene semejante disertación sobre spin-off? ¡Efectivamente, a que toca hablar sobre The Flash, el nuevo estreno de la cadena CW! Vale, vale, leído el título era de lo más evidente, lo sé.
Como seguramente sabréis, The Flash es un spin-off de Arrow. Y, la verdad, tanto la cadena como los responsables de ambas series han sabido jugar muy bien sus cartas.
Con tanto superhéroe de moda, los fabricantes de cuero deben de estar frotándose las manos.
En primer lugar, tienen muy claro que ambas series comparten universo y que eso es algo bueno, una ventaja, pues ambas series pueden nutrirse de la otra. Así, primero nos introdujeron a Barry en dos episodios de Arrow y, aunque no volvimos a verlo, no se olvidaron de él y nos estuvieron informando de su estado comatoso. También conocimos a Caitlin y Cisco, que nos hablaron de la existencia de Iris y su relación con Barry, además de la situación de los laboratorios Star.
Por eso, cuando se emitió el piloto de The Flash, ya existía esa sensación de familiaridad y el interés por Barry y su mundo. Tenían ya muchos puntos a su favor, pero, además, pusieron toda la carne en el asador y se lucieron con un piloto estupendo, que se desmarcó de Arrow, pese a esa simbiosis que existe entre las dos. Sin ir más lejos, Oliver Queen apareció en dicho episodio.
Barry Allen no es Oliver Queen y, por tanto, The Flash no es Arrow. Y eso está bien.
The Flash tiene su propia personalidad porque han adaptado el estilo a Barry. Si Oliver es un personaje torturado, contenido y con ese toque levemente oscuro, Barry es todo lo contrario: es sonriente, alegre, espontáneo... Adorable, vamos. En serio, ¿existe algún personaje televisivo más adorable que Barry? Yo es que es verlo y deseo llevármelo a mi casa y abrazarlo, en serio.
Menudo acierto de casting ha resultado ser Grant Gustin, es la monez hecha actor. Seriously. Ainss.
Por tanto, The Flash es muchísimo más luminosa, no solo esa fotografía diáfana y llena de colores, sino también en el tono, pues tiende hacia la comedia con los chascarrillos de Cisco, lo desastre que es Barry en su día a día y el contraste que existe entre el trío de científicos y Barry y Joe. Se agradece que sea más positiva, más ligera incluso, pues así no resulta repetitiva, no es como si ya la hubiéramos visto.
Sí, hay ciertos elementos comunes a Arrow, pero, para ser sinceros, aparecen en cualquier historia de superhéroes: el mentir a los seres queridos, las dificultades de llevar dos vidas paralelas, la chica interesada en el alter ego heroico y no en el chico, algún hecho traumático en su pasado...
En este caso, es el asesinato de la madre de Barry a manos de un borrón que podría ser otro supervelocista, algo que siempre ha impulsado a Barry a buscar lo imposible y que explica el cómo se ha tomado su nuevo estado. En tres episodios no hemos avanzado demasiado en esa trama, salvo por el hecho de que Joe (el padre adoptivo de Barry) ha aceptado de una vez que el señor Allen no mató a su esposa y está dispuesto a ayudar a Barry con la investigación.
De hecho, si hay una serie con la que tiene ciertas similitudes es Misfits, pues aquí también tenemos una tormenta especialita que ha provocado que la gente tenga superpoderes. De momento, el único que los está usando para el bien es Barry y, de paso, así detiene a los que los están usando mal. Así, de paso, se alejan también de Arrow, pues los malos a los que se enfrenta Ollie son más bien delincuentes más normales (mafias, traficantes, asesinos...) y no locos con superpoderes.
Sí, vale, uno se pregunta que cómo se las han apañado todos los tarados o malos de Central City para conseguir los poderes, pero tampoco le das mucha importancia porque la serie está molando mucho. Y se está trabajando mucho a los personajes, las relaciones entre ellos y las tramas más cotidianas.
Además, de momento no hay ningún personaje que me sobre o que odie. Es cierto que Iris es un poco bastante random y que no veo ningún tipo de química con Barry (o sea, les veo muy como hermanos, por lo que estoy deseando que Barry se desenamore), pero tampoco es que moleste y ver a Joe lidiando con que su hija y su compañero salgan juntos puede dar buenas escenas. Que, por cierto, me alegró bastante ver que han finiquitado ese secreto tan pronto y no lo hayan alargado.
El resto de personajes, como ya he dicho, me convencen del todo. La relación paterno-filial entre Joe y Barry está dando muy buenos momentos, además es un contrapunto al trío de científicos. La verdad es que Barry tiene desde el principio un buen equipo a sus espaldas entre los chicos de Star y Joe, que le respalda en la policía. Llevando tan poco tiempo trabajando juntos se nota la camaradería, lo que pueden llegar a ser en unos cuanto episodios, lo que está muy bien.
Los tres científicos, además, son personajes que tienen su propio bagaje y eso hace que sean más interesantes y algo más que el tópico que representan. Con lo sucedido al activar el acelerador de partículas, los tres tienen en sus espaldas ciertos problemas que, de hecho, en este tercer episodio, Things you can't outrun, se han empezado a tratar. Por ejemplo, vimos que Cisco es algo más que el inventor de juguetes chulos que siempre tiene una broma o una sonrisa a mano; también es alguien que carga con el peso de haber cerrado la puerta que impedía que Ronnie (el prometido de Caitlin) saliera con vida del acelerador, aunque éste se lo pidiera.
Y también vimos que Caitlin es algo más que la fría doctora que hemos visto hasta ahora, que es una chica herida que perdió al hombre que quería porque él se comportó como un héroe. Algo que no es consuelo para ella porque, al fin y al cabo, lo ha perdido, lo que explica sus reticencias a que Barry se comporte como otro. En este tercer episodio, Barry y ella se han acercado un poco y han tenido unas escenas muy monas. De hecho, quizás es cosa mía, pero la dinámica entre Barry y Caitlin me recuerda a la de Ollie y Felicity: siendo Caitlin y Ollie serios, contenidos y un poquito intensos, mientras que Barry y Felicity son espontáneos, un poco desastrosos y adorables.
Ni que decir tiene que yo el Barry/Caitlin lo veo. Mucho. No tengo remedio en lo que a ships se refiere. Qué le voy a hacer.
Entre toda esta galería de personajes, todos ellos buenos y transparentes, tenemos una nota discordante: el doctor Wells. Básicamente es el que está llevando la trama de verdadero misterio, pues en cada episodio protagoniza la escena final del episodio y en todas ellas me dejan con la boca abierta: desde la sala secreta donde tiene un periódico datado del 2025, hasta el descubrir que planeó el accidente del acelerador de partículas y tenía controlado a Barry.
La verdad es que este hombre me tiene completamente despistada, no sé qué pensar de él. Por un lado, está protegiendo a Barry hasta el punto de que ha matado por él, pero, por otro, está fingiendo ser alguien indefenso y eso no puede significar nada bueno. No sé, se me ocurren todo tipo de paranoias sobre viajes en el tiempo. A ver con qué nos sorprenden.
¿Quién mierda es este tío? ¡Arg, muy loca me tiene!
Porque nos sorprenderán pronto. De momento, en estos tres episodios The Flash es más un procedimental que otra cosa, como en sus inicios lo fue Arrow, algo que es necesario para establecer los personajes y las relaciones entre ellos. Pero estoy segura de que acabará siendo más serializada y que se tomará en serio las tramas de todos sus protagonistas, como está haciendo Arrow tan magistralmente.
El futuro se antoja muy dulce para The Flash, no sólo por las audiencias tan altas que está obteniendo, sino porque las cosas que se saben de los próximos episodios pintan muy bien: la semana que viene Felicity se paseará por Central City (¡albricias!) y tendremos un crossover con Arrow, algo que estoy deseando ver.
Si no estáis viendo ya The Flash, ¡corred a verlo! ¡Ya!
No he podido evitar el chiste. Perdón.
PD: Para quien se lo pregunte, no voy a hacer crónicas de lo que queda de Vive cantando porque me llevan mucho tiempo y este año estoy bastante ocupada entre unas cosas y otras. Aunque no os preocupéis, que hablaré de ella cuando acabe ;)