Durante la pasada semana, con la presentación de las listas por parte de los seleccionadores para los partidos internacionales de esta semana, saltó una noticia que, sin ser trascendente, ha resultado curiosa. Aymeric Laporte, el central del Athletic de Bilbao, era citado con el combinado absoluto galo por primera vez destapando un asunto que a muchos aficionados seguramente habría pasado desapercibido previamente, y es que el defensor de 22 años podría jugar aun con la selección española, algo que, si juega en esta semana de partidos de clasificación para el Mundial 2018, dejará de ser una opción.
El asunto ha destapado opiniones encontradas en los medios de comunicación o en los comentarios de los aficionados en redes sociales. Para mucha gente es un error de la Federación Española haber dejado escapar a un central que, aunque está demostrando altibajos, se muestra como uno de los más prometedores de Europa. Completo, de muy buen físico, decente trato de balón, peligroso incluso en ataque en jugadas a balón parado, pretendido por grandes equipos, en definitiva, un jugador apetecible para cualquier seleccionador.
No hubiera sido el primer caso en la selección española de un jugador convocado ex profeso para cerrarle las puertas de otra selección. En los últimos años vienen a la mente los casos de Bojan, que podría haber sido convocado por Serbia a pesar de haber jugado siempre en las categorías inferiores de La Roja, el de Munir, cuya fulgurante erupción en el Barça hizo que se le asegurara un puesto en la selección española para evitar la tentación de Marruecos, o ya con Lopetegui en el banco el caso de Marco Asensio, que más allá de su buen inicio de curso en el Real Madrid tiene madre holandesa y posibilidad de jugar con aquella selección. No obstante, estos tres son casos de jugadores nacidos en España, que por circunstancias familiares han tenido la opción de probar en otros combinados pero que antes de debutar con la absoluta tenían un amplio bagaje en selecciones inferiores.
El caso de Laporte es diferente, casi contrario. Se trata de un jugador nacido en Francia y que ha jugado con todas las categorías inferiores de la selección gala. Sería más parecido al caso de Diego Costa, un jugador completamente extranjero que por cuestiones burocráticas tiene la teórica posibilidad de formar con La Roja, pero que, en principio, no tiene demasiada relación ni motivos para jugar con España.
¿De dónde viene entonces la duda? Pues seguramente de una serie de declaraciones, malentendidos o "calentones" del jugador que han podido alimentar este affaire. A finales del año pasado parece que el jugador debió empezar a rumiar que tenía demasiados centrales por delante para ir con Francia (Koscielny, Umtiti, Varane, Sakho, Zouma, Mangala o Mathieu) y que se acercaba una Eurocopa en su propio país, algo más que deseable para cualquier futbolista. Seguramente la impaciencia de su edad le hizo llegar a declarar que si Deschamps no contaba con él podría buscar otras opciones, en clara referencia a su posibilidad de jugar con España, donde el puesto de central por detrás de Piqué y Ramos está mucho menos claro.
Pero ¿por qué España no ha contado entonces con él? Es difícil saberlo, pero en mi opinión, entiendo que han surgido dos motivos principales para que, aunque parece que futbolísticamente les resultara interesantes tanto a Del Bosque como a Lopetegui, finalmente no haya lucido la elástica encarnada. Básicamente podemos resumir esos dos motivos de forma extraordinariamente sencilla: porque el jugador es francés y porque quiere jugar con Francia.
Se trata de un jugador que, como decíamos, en todo momento ha seguido contando para Francia aunque fuera en la sub21, al contrario, por ejemplo, que en el caso de Diego Costa. Un jugador que, además, no tiene mayor ligadura con España que el hecho de jugar en nuestra Liga. Hubiera sido lógico que la Federación Francesa se hubiera enfadado con la española en caso de haber convocado al futbolista.
En cuanto al segundo motivo, a pesar de algunas declaraciones dejándose querer, cuando vio que la situación se tensaba más de la cuenta con Deschamps se apresuró a rebajar tensiones y aclarar que su corazón estaba con el once del gallo, a pesar de sentirse un poco molesto con el hecho de no haber debutado aun.
Visto el caso y siendo un jugador que, personalmente, no me parece imprescindible para nuestra selección, entiendo que lo correcto es que Laporte juegue con Francia. No creo que sea justo ir rapiñando cualquier futbolista sobre el que existe una opción (por cierto, algo que muchos no conocerán es que Messi tuvo opción de ir con las selecciones inferiores españolas pero que Argentina se adelantó a última hora organizando un amistoso sub17 solo para que debutara con la albiceleste y cerrara puertas a La Roja) si no hay detrás una motivación real, y en este caso, Laporte estaba dentro del funcionamiento de la Federación Francesa y no quería ser internacional español, solo era un señuelo que dejó ver para presionar a Deschamps. Que tenga suerte en su futura andadura como blue.
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