Como parte del Blog Action Day hoy quiero hablar del agua. El turismo requiere mucha agua. Como sugiere la viñeta a veces sucede que, mientras los turistas la consumen en grandes cantidades, las comunidades cercanas se ven privadas de ella. En ocasiones los propios gobiernos de países del Sur priorizan los recursos para el turismo privando de éstos a la población local.
Este fenómeno también lo podemos encontrar en España. El gobierno de Aznar planteó realizar un mega-trasvase del río Ebro hacia Valencia, Murcia y Almería. Aunque la justificación oficial era que el agua estaba destinada a uso agrícola, la realidad era más bien que el agua iba a ser destinada al desarrollo urbanístico y a campos de golf. El coste ecológico y social de este proyecto sacó a cientos de miles de personas a la calle para manifestar su protesta. El reportaje Sed de Golf denunció esta realidad pero fue censurado.
En el árido estado mexicano de Baja California Sur el auge turístico de los principales destinos ha incrementado el problema de la escasez de agua.
En Colombia, los hoteles de la isla de San Andrés, que sólo representan el 1% facturan el 35% del total de recursos. El agua que utiliza un hotel de 5 estrellas durante 55 días podría calmar la necesidad de este líquido de 100 familias rurales durante tres años, según estimativos del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
El crecimiento turístico no siempre implica desarrollo local. Incluso, puede empeorar las condiciones de vida de los habitantes de las zonas turísticas al desviar recursos como suelo, agua, energía al turismo.