El agua es la mejor opción en la hidratación de los niños

El agua es la mejor opción en la hidratación de los niños, a pesar de que se trate de un elemento que no resulta tan atractivo para los más pequeños como lo pueden ser los refrescos, bebidas refrescantes o zumos, como padres debemos evitar que este tipo de bebidas sustituyan a uno de los mejores líquidos para garantizar la correcta hidratación infantil, el agua.

Durante el verano los niños están de vacaciones y su actividad física se incrementa, si están en la playa o la piscina, los continuos baños parecen oscurecer la necesidad de ingerir líquidos, la sensación de calor, el sudor, y pueden estar horas sin tomar ni una gota de agua, somos los padres quienes debemos tener cura de ello y procurar que los niños beban periódicamente agua. Recordemos que cada año se ponen en marcha diferentes campañas para concienciar a la población sobre la necesidad de hidratarse correctamente y beber a pesar de que no se tenga sed.

Son muchos los beneficios para el organismo de un niño con una correcta hidratación, la eliminación de desechos, la correcta sudoración o transpiración y un mejor transporte de los nutrientes a las células del organismo, son aspectos estrechamente vinculados con la correcta ingesta de líquidos y especialmente el agua. Por otro lado, beber la cantidad correcta de agua ofrece otros beneficios saludables como la reducción de las posibilidades de que sufran estreñimiento, uno de los problemas habituales en el colectivo infantil.
El agua es la mejor opción en la hidratación de los niños y además es mucho más importante para los pequeños que para los adultos, dado que el agua supone en el organismo infantil un mayor porcentaje de peso corporal que en los adultos, por lo que es necesaria una hidratación con más frecuencia. Para que comprendamos mejor la necesidad de agua es interesante saber que en un recién nacido, el agua representa el 74% de su peso corporal, pasados seis meses representa el 60% del peso, en estado adulto la proporción se reduce a un 50% aproximadamente, lo que muestra que hasta los 18 años la necesidad de líquido es mucho mayor.

Gracias a una correcta hidratación, los niños mejoran la elasticidad de las articulaciones y el funcionamiento de músculos y tendones, por lo que previene además posibles dolores asociados a estas zonas del organismo. El agua actúa como un termorregulador absorbiendo el calor y liberándolo a través de la transpiración, algo muy importante dado el incremento de la actividad física.

Recomendamos leer el post Estudio Hábitos de Hidratación 2010 y así comprender mejor la relación entre la correcta hidratación y la salud, asociación que parece no ser percibida por la mayoría de personas, hasta el 70% de la población consume menos cantidad de líquidos de los que recomiendan los especialistas en salud.

Realizar una hidratación saludable en los niños no supone un gran esfuerzo y es interesante tener en cuenta el Decálogo de la Hidratación Saludable que ofrece el Observatorio Hidratación y Salud (OHS) para que niños y adultos gocen de una buena salud. En estas recomendaciones, además del agua se habla de la variedad de bebidas que se pueden consumir, su frecuencia, el tipo de nutrición hidratante que ofrece un aporte hídrico adecuado, etc.

Volvemos a recordar que los niños no controlan correctamente el mecanismo de la sed, el organismo infantil no responde del mismo modo que el organismo de un adulto ante la necesidad hídrica, por lo que será necesario que los padres sean quienes procuren que los niños beban suficiente agua, líquidos o alimentos que garanticen un nivel óptimo de líquidos en el organismo. Con ello reduciremos significativamente los problemas de salud asociados a una menor ingesta de agua. Finalmente queremos destacar que el agua es la bebida más adecuada para los niños, pero la falta de sabor hace que sean más atractivas otros tipos de bebidas, en este caso los zumos naturales o las frutas ricas en contenido hídrico, como puede ser la sandía, pueden resultar una buena alternativa.

Foto | Be Holder

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