Revista Cultura y Ocio

El aire que respiras, de Care Santos

Publicado el 15 marzo 2013 por Goizeder Lamariano Martín

El aire que respiras, de Care Santos Título: El aire que respiras Autora: Care Santos Editorial: Planeta Año de publicación: 2013 Páginas: 585 ISBN: 9788408035534 Conocí a Care Santos gracias en la presentación de su anterior novela, Habitaciones cerradas. Aunque me gustó muchísimo, no he vuelto a leer nada de esta autora. Pero cuando el 14 de febrero descubrí entre las novedades de la editorial Planeta El aire que respiras, la nueva novela de Care Santos, no me lo pensé dos veces y gracias a la editorial ocho días después tenía un ejemplar del libro en casa. Comencé a leerlo el viernes 1 de marzo y lo terminé justo una semana después, el viernes 8 de marzo. Esta es la sinopsis de la novela: Virginia acaba de heredar el negocio familiar: la librería Palinuro. Entre el montón de ejemplares, polvo y papeles que su padre acumuló aparece la historia de Carlota Guillot y la búsqueda de un libro, escurridizo y caprichoso, que formó parte de una de las bibliotecas particulares más sibaritas de la Barcelona napoleónica. Una historia prolongada a lo largo de las décadas más convulsas del siglo XIX durante las que la ciudad asistió, incrédula, a su mayor transformación: el derribo de las murallas y la urbanización de su paseo más emblemático, la Rambla. El aire que respiras es un canto de amor a los libros, pero también a la ciudad de Barcelona. Después de leer esta gran historia coral, la ciudad no volverá a ser la misma. O será, otra vez, la que fue hace doscientos años.
No sé vosotros pero yo, después de leer esta sinopsis, no sé muy bien por qué, me hice la idea de que me iba a encontrar una historia del estilo de La sombra del viento, de Carlos Ruiz Zafón. Sin embargo, no fue eso lo que encontré en las páginas de esta novela y creo que por eso me ha decepcionado un poco, por no haber sido lo que yo esperaba. Es cierto que no me ha gustado tanto como la anterior novela de la autora pero, a su manera, esta historia también me ha gustado. La novela cuenta con dos tiempos que se intercalan a lo largo de las páginas. El primero es el presente, donde conocemos a Virginia, la hija de Antoni Rogés, un librero de viejo que acaba de fallecer, dejándola al frente de la librería Palinuro, y a una compañera suya de la facultad, a quien no ve desde hace veinte años y que ahora es escritora y era una gran amiga y clienta de Rogés. A pesar del tiempo que ha pasado, Virginia no duda en recurrir a su amiga para que le ayude a poner un poco de orden en la librería y, sobre todo, en los papeles de su padre. Poco a poco, esta amiga leerá, investigará y se obsesionará con todas las cartas y documentos que estaba investigando el librero. Y se dará cuenta de que lo que Antoni Rogés buscaba era conocer el paradero de Memorias secretas de una mujer pública, un libro erótico y prohibido que junto con otros doce libros formaba parte de una biblioteca particular y muy especial. El libro llegó a Barcelona junto con las tropas francesas de Napoleón. Al mismo tiempo que Virginia y su amiga, el lector, a través de cartas, fragmentos de diarios y de enciclopedias y diversos documentos irá conociendo las vueltas que ha dado el libro a lo largo de más de doscientos años. Victor Philibert Guillot fue quien trajo el libro a España a comienzos del siglo XIX. Iremos conociéndole a él y a toda su familia, amigos y entorno y, por encima de todo, su mayor afición, su pasión, los libros. Sin embargo, la historia del libro y del propio Guillot se va diluyendo a lo largo de las páginas de esta novela coral en la que, al menos para mi gusto, hay demasiados personajes, historias y vidas, tanto reales como ficticias. Demasiados personajes que estuvieron, en un momento u otro de sus vidas, en contacto con el libro prohibido. Como novela histórica El aire que respiras hace un magnífico retrato del inicio del siglo XIX en Barcelona. Describe con mucho detalle a sus habitantes, sus costumbres y, especialmente, las calles y los edificios de la ciudad. También ofrece, en forma de fragmentos de enciclopedia, muchos y completos datos sobre las vidas de personajes reales como el general Leche o su amante la prostituta Madame La Ruga, entre otros muchos. También conocemos, junto a estos personajes que existieron en la realidad, a otros ficticios pero no por ello menos importantes en estas historia, como la hija de Guillot, Carlota, la humilde lavandera Rita Neu, su amor, su ángel Filippo Brancaleone o el siempre presente Néstor Pérez de León, un hombre odioso, repugnante, rastrero, capaz de cualquier cosa con tal de conseguir sus objetivos. Conforme pasamos las páginas iremos descubriendo más aspectos de la vida de todos estos personajes y de muchos más. Porque todos, de una forma u otra, tuvieron alguna relación con el famoso libro. Al menos a mí me ha resultado demasiado complicado seguir las andanzas de tantísimos personajes, la relación que hay entre ellos y con el propio libro a lo largo de los años. Hubiese preferido que la historia se centrase en unos pocos personajes y profundizase más. Me ha gustado el estilo, las descripciones de la Barcelona de la época, el amor y la pasión por los libros que sienten y transmiten muchos de los personajes y, por supuesto, la propia autora, también me han gustado los datos históricos, pero no la trama en sí, el argumento no he llegado a disfrutarlo del todo, no he logrado meterme en la historia todo lo que me hubiera gustado. Me he sentido sobrepasada, desconcertada y perdida. Creo que hubiese sido distinto con menos personajes y menos saltos en el tiempo. Aunque también tengo que reconocer que al final de la novela, especialmente durante las últimas cien páginas, la historia me ha atrapado más conforme se desvelaban todos los secretos y los misterios relacionados con el libro, cuando por fin, después de mucho tiempo y muchas vueltas, todas las piezas encajan. Quiero destacar la increíble labor de documentación que ha llevado a cabo Care Santos. Pero también tengo que confesar que en muchos momentos de la historia tal cantidad de información me ha abrumado. Como ya hizo en Habitaciones cerradas, muchos de los datos históricos están en forma de cartas, fragmentos del diario de Carlota Guillot, bandos, artículos del Código Civil y muchos y muy diversos documentos. Entre la gran cantidad de documentos y de personajes he sentido en todo momento que en vez de formar parte de la historia, meterme dentro, sentirla, la he estado viendo de lejos, como una espectadora ajena que no llega a sentir lo que los personajes intentan transmitirle. Vamos, que con tantos datos y personajes casi no hay sitio para el lector. No quiero restar mérito al trabajo de Care Santos, creo que muy bien elaborado, documentado y con una gran ambición con la que ha querido rendir un sentido homenaje a Barcelona y a la literatura. Sin embargo, al menos a mí esta novela se me ha quedado grande. Aunque, como pasa casi siempre, seguramente la culpa no sea del libro sino del lector, mía, ya que no he sabido o no he podido estar a la altura de esta historia. Espero que seáis muchos los que leáis El aire que respiras y podáis meteros en la historia y sentirla. Para terminar os dejo el booktrailer de la novela, espero que os guste.  video Si te interesa el libro puedes encontrarlo aquí. 

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