La patata es un tubérculo ampliamente conocido: se cree que fue importado desde Perú en 1554 y desde entonces su cultivo se ha extendido en toda Europa. Uno de los componentes principales de la patata es el almidón, un polisacarido que oportunamente tratado, se comercializa en polvo como almidón de patatas o harina de patatas. Las características del almidón son su poder ligante y espesante, y también su capacidad de gelatinización.
No se utiliza únicamente en gastronomía y en pastelería, sino también en otros sectores: de hecho lo encontramos entre los elementos que forman la película adhesiva de la cinta engomada y ¿quién no se acuerda de la abuela que planchaba las camisas con almidón?
En fin, es un ingrediente bastante útil. En pintura lo hemos encontrado en la preparación del temple de engrudo de almidón, una receta bastante curiosa y muy interesante.
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