Cuando tenemos una nueva mascota en casa se nos plantea la duda sobre cuál es el mejor alojamiento, en este caso, para nuestro conejito. Lo ideal es que nuestra mascota esté al aire libre y goce de la mayor libertad posible. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones no tenemos el espacio suficiente para ello y debemos proporcionarle un alojamiento –una jaula- en el que duerma, coma y haga sus necesidades.
Es importante tener la jaula desde el primer día y nuestra obligación será hacerla lo más cómoda posible, con un sustrato adecuado y con el heno suficiente para que el conejito pueda hacerse el nido a su gusto.
Pero, ¿qué dimensiones debe tener esta jaula? A priori lo más grande que os podáis permitir. Sin embargo, el estándar europeo establece que, para un conejito, las medidas óptimas son 80 de largo por 60 de ancho. En Cunipic hemos lanzado al mercado un modelo de jaula de estas dimensiones –mayor que lo establecido en el Estado español-, customizada con la mascota de la empresa –Little Cuni-, muy fácil de limpiar y con puerta lateral. Además, nuestra “Cunijaula” tiene una base –una superficie uniforme- que permite una completa libertad para el animal. Debéis saber que están desaconsejadas las bases de rejilla porque pueden lastimar las patas de nuestra mascota. Y también tendréis que aseguraros que no haya alambres rotos o bordes agudos para evitar que se haga daño. En este sentido, nuestra “Cunijaula” es ideal, puesto que su tapa es redondeada.
Deberemos tener en cuenta que la jaula tiene que tener estas medidas mínimas para poder distinguir fácilmente tres zonas dentro de ella: un cuarto de estar –con alimento y útiles para roer/jugar, el dormitorio o nido –la zona donde dispondremos el heno- y el esquinero –donde el animal realizará sus necesidades.
Sin embargo, no por el hecho de disponer de una jaula nos podemos librar de sacar a nuestra mascota al aire libre. Hay que tener en cuenta que la falta de espacio –o el hecho de estar siempre encerrado- influye negativamente en la salud física y mental del animal. Por ello, lo mejor es –aparte de sacar de paseo a vuestro conejito todo lo que podáis- dejarle la puerta abierta para que pueda entrar y salir libremente. Y, si les ponéis la comida y unos manjares deliciosos dentro de la jaula, el animal se acostumbrará a comer allí y asociará que estar dentro de la jaula no es tan malo. Todo lo contrario: puede llegar a ver su jaula como su sitio privado, su pequeño paraíso para descansar y comer.