Revista Cultura y Ocio

El amante. Marguerite Duras

Por Mientrasleo @MientrasleoS

El amante. Marguerite Duras
     "Un día. ya entrada en años, en el vestíbulo de un edificio público, un hombre se me acercó. Se dio a conocer y me dijo. La conozco desde siempre. Todo el mundo dice que de joven era usted hermosa, me he acercado para decirle que en mi opinión la considero más hermosa ahora que en su juventud. Su roostro de muchacha me gustaba mucho menos que el de ahora, devastado."
     Tardé mucho en decidirme a leer el título que os acerco hoy. Sobre todo porque me daba miedo encontrarme con una historia de amor normal y corriente que no me aportase más. Sin embargo cuando se mira mucho un libro, este acaba por venir a casa, o al menos esa es mi experiencia. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, El amante.
     A finales de los años veinte en pleno colonialismo francés en Indochina, viviremos el amor entre una niña blanca de quince años que no es otra que la autora, y un rico comerciante chino de veintiséis.
      Hoy llego con una novela corta, de esas que disfruto alternando con voluminosos libros capaces de intimidar. Y pese a su brevedad uno se quedaría muy corto si dijera que es sólo una historia de amor. Porque pese a existir, el libro tiene otra base importante que es la familia de la protagonista. Una familia que es el contrapunto, una familia que se ha roto y en la que queda una madre que se desvive por un hijo que, a todas luces no merece la pena. Una familia que la hace sentir sola y a la vez la empuja hacia la única persona que parece darle consuelo. Y también es un libro que abre y cierra etapas. El erotismo presente en la obra es a su vez el paso de la infancia a la vida adulta. Descubre en su amante el umbral a una madurez que aún no percibe hasta que no es tarde y también se asoma a unas tradiciones que le quedan ajenas, como los matrimonios concertados. Por eso me llama la atención cuando hablan del erotismo de este libro. Porque tiene mucho más que erotismo, tiene una historia.
     Las formas. Ahora me toca explicaros que la prosa de Duras es diferente sin asustar al lector que aún no se ha acercado a conocerla. Hablaremos entonces de frases cortas, directas, de ausencia de romanticismo y de párrafos igualmente cortos. Os diré que cada palabra es como un disparo programado, preciso, y que no por eso tenemos la sensación de estar leyendo un informe, sino una novela. Somos conscientes de estar ante una historia construida de recuerdos precisamente por eso, percibimos las conexiones que se producen entre ellos en los pequeños saltos que construyen esta historia a la que percibí un regusto triste.
   Tengo que decir que me sorprendió mi acercamiento a Duras. Posiblemente repita por esto último que os comentaba: las formas.
     Y vosotros, hoy os pido algo que me va a venir estupendamente. ¿Me podéis recomendar un libro romántico que sea más que un libro romántico?
     Gracias

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