Revista Comunicación
Más de 15 millones de españoles estamos en la red social de Facebook. Eso significa que uno de cada tres estamos afiliados a la red social con más éxito del mundo. Somos cuatro veces más que los compradores de periódicos y el sesenta por ciento de los usuarios de Internet en España. Según los datos de la compañía, creada hace tan solo ocho años porel veinteañero estadounidense Mark Zuckerberg, cerca de 800 millones de personas en el mundo hacen amigos y se relacionan con ellos a través de la plataforma de Facebook. Nuestro país es el número quince en el ranking de seguidores de esta red, que tiene un perfil de consumidor idóneo para la publicidad, pues goza de la aquiescencia por igual entre hombres y mujeres y su target mayoritario está entre las clases medias y en edades comprendidas entre 25 y 55 años. Los cerca de 100.000 millones de dólares a los que aspira la compañía en que quede fijada su valoración en su salida a bolsa, representaría un multiplicador superior a 100 veces el beneficio obtenido en el último año, algo impensable para cualquier otro tipo de negocio conocido. Para hacernos una idea del hipotético precio de Facebook, con el dinero de su venta podría financiarse todos los gastos de una comunidad autónoma como la catalana durante algo más de tres años. No está mal, nada mal. El hecho de que se hable de estas cifras tan aparentemente desorbitadas, sólo se justifica por el espectacular incremento que esta red social tiene año tras año. En este ejercicio casi doblará sus beneficios y el número de usuarios creció en el último año algo más del 45%. Tampoco hay muchas empresas que puedan si quiera aproximarse a estos ratios, y aún más en los tiempos que corren. Zuckerberg y sus accionistas se reservarán los derechos políticos de las acciones de la compañía y , por tanto, el gobierno de la misma. Los que inviertan en la mayor OPV de la bolsa americana los casi 5.000 millones de dólares que se pretende recaudar serán meros “amigos” que podrán teclear en el botón de“me gusta” y quizás en su “muro” aparezca cada año un mensaje invitándoles a participar en unos suculentos dividendos. No parece que hayan oportunidades a corto plazo en la red tan interesantes como arriesgadas.