Desde el viernes pasado, la película de Ira Sachs desembarca de manera progresiva en las salas comerciales de USA.
George y Ben llevan cuarenta años en pareja. Se casan y la noticia provoca el despido de uno de ellos. Con un sueldo menos, deben abandonar el departamento que alquilan hace tiempo. Amigos y parientes los albergan… por separado.
En torno a la crónica de la nueva rutina matrimonial, atípica porque interrumpe una convivencia armoniosa, gira Love is strange, película de Ira Sachs que Sony Pictures Classic estrenó con pies de plomo en los Estados Unidos. De hecho la distribuidora planificó un desembarco progresivo que empezó el viernes pasado en sólo cinco salas: tres en Nueva York, una en Los Ángeles y otra en Hollywood. Hoy comienza una segunda etapa, que cubre diecinueve cines repartidos entre los estados de California, Illinois, Arizona y Virginia. Las instancias siguientes se sucederán en el transcurso de septiembre y octubre.
A priori da la sensación de que el circuito de exhibición se amplió después de la publicación de las cifras de taquilla. El domingo, los medios especializados Indiewire (aquí) y The Hollywood Reporter (aquí) celebraron los 126.552 dólares que el film recaudó durante el fin de semana, en las cinco salas inaugurales.
El récord de entradas sorprendió tanto como los porcentajes de aceptación que el sitio Rotten Tomatoes anunció en la página correspondiente. Al menos hasta esta mañana, la película les gustó al 97 por ciento de los críticos (cifra calculada a partir de 64 reseñas indexadas) y al 72 por ciento del público.
La sorpresa deriva del temor e indignación que provocó la Motion Picture Association of America cuando aprobó el estreno del largometraje con la calificación R. En este punto cabe aclarar que los dueños de las salas suelen negarse a proyectar películas etiquetadas con esta letra porque -al no ser aptas para menores de 17 años (“Piénselo antes de llevar a sus hijos” advierte esta guía institucional)- limitan la venta de entradas.
En sintonía con Sachs, varios periodistas despotricaron contra una decisión a todas luces absurda. A diferencia del cine calificado de igual manera, El amor es extraño no contiene una sola escena de violencia y/o de sexo explícito.
Las expresiones de solidaridad se hicieron oír del otro lado del Atlántico. Por ejemplo, el británico The Guardian se refirió a la mentalidad homófoba de la MPAA en uno y dos artículos.
Sachs se declara admirador de ‘Perdidos en la noche’. De ahí cierto parecido entre ambas fotos.
Por lo visto, el estigma de la letra R terminó resultándoles indiferente a unos cuantos espectadores. Es más, tal vez haya contribuido a alimentar la curiosidad, primero, por una película gay-friendly cuya sola existencia interpela a una sociedad todavía reacia a extender el derecho matrimonial a parejas del mismo sexo, segundo, por ver a los entrañables Alfred Molina y John Lithgow a cargo de roles protagónicos atípicos para su carrera.
Los anticipos de El amor es extraño evocan en nuestra memoria cinéfila el recuerdo por oposición de Yo los declaro marido… y Larry. En la comedia que Alexander Payne coescribió y Dennis Dugan dirigió en 2007, Kevin James y Adam Sandler encarnan a dos bomberos heterosexuales de Brooklyn -uno viudo; el otro soltero- que deciden vivir juntos para simular un noviazgo, reclamar el derecho a la unión civil y por fin usufructuar de la cobertura social que beneficia a cónyuges y concubinos. La MPAA trató esta humorada cinematográfica con menos severidad: la calificó no apta para menores de 13 años (“Véala con sus hijos” es la recomendación equivalente en la mencionada guía institucional).
A partir de esta entrevista que Patrick McDonald le hizo para Hollywood Chicago, nos enteramos de que Sachs se inspiró en su propia condición gay y (apenitas) en este hecho real para contar la historia de George y Ben. También leemos que el afiche del largometraje le rinde homenaje a Perdidos en la noche, dadas la admiración que el realizador siente por el clásico de John Schlesinger y la hipótesis de que Dustin Hoffman y Jon Voight sentaron un interesante precedente con la extraña pareja que compusieron décadas atrás.