JR Mora
Hoy es el ‘Día Mundial de la Salud y la Seguridad en el Trabajo’. La verdad es que no lo supe hasta que esta mañana encendí la radio y escuché a Juan Ramón Lucas entrevistar a Joaquín Nieto, el que será responsable de la OIT en España a partir del próximo mes de mayo. Los datos que este señor ha ofrecido han sido escalofriantes. Tanto que me ha dado vergüenza que este país solo se esté preocupando por el resultado de un miserable partido de fútbol.
En España aún muere una media de dos personas al día en accidentes laborales y solo se reconocen 3 de cada 10.000 cánceres como enfermedad laboral mientras que en Francia la cifra es de 1 de cada 10. El dato a nivel global se eleva a 6.300 muertos al día y 2,3 millones al año. El trabajo causa más muertes que las guerras en este salvaje mundo predominado por un capitalismo feroz y voraz que consume, y nunca mejor dicho, hasta la última gota de vida de sus vasallos.
A los 200 millones de parados que existen actualmente a nivel planetario hay que sumar 1.500 que no trabajan de forma decente, es decir, que carecen de los derechos fundamentales y de protección social. Y en el tema del trabajo infantil ni entramos porque ahí los datos además de estremecedores pueden ser descorazonadores.
A pesar de que actualmente existe un ‘Pacto Mundial por el Empleo‘ parece ser que los dirigentes de este nuestro mundo no están por la labor de que se aplique. La falta de seguridad laboral, el abuso a los trabajadores y la carencia de derechos han sido características inherentes al desarrollo de las sociedades. Vergüenza tendrían que sentir todos aquellos que abusan vilmente de sus semejantes.