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(Ap. 10:1) Vi descender del cielo a otro ángel fuerte, envuelto en una nube, con el arco iris sobre su cabeza; y su rostro era como el sol, y sus pies como columnas de fuego.{2} Tenía en su mano un librito abierto; y puso su pie derecho sobre el mar, y el izquierdo sobre la tierra; {3} y clamó a gran voz, como ruge un león; y cuando hubo clamado, siete truenos emitieron sus voces. {4} Cuando los siete truenos hubieron emitido sus voces, yo iba a escribir; pero oí una voz del cielo que me decía: Sella las cosas que los siete truenos han dicho, y no las escribas. {5} Y el ángel que vi en pie sobre el mar y sobre la tierra, levantó su mano al cielo, {6} y juró por el que vive por los siglos de los siglos, que creó el cielo y las cosas que hay en él, y la tierra y las cosas que están en ella, y el mar y las cosas que están en él, que el tiempo no sería más, {7} sino que en los días de la voz del séptimo ángel, cuando él comience a tocar la trompeta, el misterio de Dios se consumará, como él lo anunció a sus siervos los profetas. {8} La voz que oí del cielo habló otra vez conmigo, y dijo: Vé y toma el librito que está abierto en la mano del ángel que está en pie sobre el mar y sobre la tierra. {9} Y fui al ángel, diciéndole que me diese el librito: Y él me dijo: Toma, y cómelo; y te amargará el vientre, pero en tu boca será dulce como la miel. {10} Entonces tomé el librito de la mano del ángel, y lo comí; y era dulce en mi boca como la miel, pero cuando lo hube comido, amargó mi vientre. {11} Y él me dijo: Es necesario que profetices otra vez sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes.Hay ahora un interludio entre la sexta y séptima trompeta, como hubo entre el quinto y el sexto sello. Esto no debe ser considerado como cronológico porque los dos testigos, descritos por el ángel fuerte, predican durante toda la era del evangelio (11:13). La séptima trompeta anuncia el fin de la historia. Hay ahora una visión del ángel fuerte con el librito, seguido por los dos testigos. La visión del ángel fuerte con el librito está tomada de Ezequiel, capítulos 1 al 3, que describe el llamado de Ezequiel como profeta para Israel. Se le dio un rollo para comer que tenía un sabor dulce como la miel, que era la palabra de Dios. Caird compara el gran rollo abierto por el Cordero con este pequeño rollo: el gran rollo contiene los propósitos redentores de Dios y debía hacerse efectivo por Cristo; el pequeño rollo contiene el mismo propósito pero debe hacerse efectivo mediante el testimonio de mártir de la iglesia. Sin embargo, yo veo que el pequeño rollo (o librito) es el resto de la profecía de Apocalipsis que le fue revelado a Juan por el ángel. La próxima sección después de ésta es acerca de los dos testigos, es decir el testimonio de la iglesia.
v. 1 - Vi descender del cielo a otro ángel fuerte, envuelto en una nube, con el arco iris sobre su cabeza; y su rostro era como el sol, y sus pies como columnas de fuego - Note el cambio del punto de vista del autor. Él vio al ángel fuerte bajando del cielo, así que Juan está ahora sobre la tierra. Éste es otro ángel fuerte (cf. 5:2 "¿Quién es digno de abrir el libro y desatar sus sellos?"). Su descripción es similar a la descripción de Cristo, cuyos pies son semejantes al bronce bruñido (1:15) y cuyo rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza (1:16). En 1:7 y 14:14 vendrá de nuevo en las nubes. El ángel tiene un arco iris sobre su cabeza, así que debe estar muy cerca de Dios (4:3). En v. 3 dio una gran voz como el rugido de un león, otra alusión al León de Judá. Swete dice que el arco iris es debido al efecto de la luz del sol del rostro del ángel. Es similar al ángel del Señor que guió a los hijos de Israel como una columna de nube de día y una columna de fuego de noche (Ex. 13:21, Num. 12:5). Ahora lo guía a Juan a la próxima parte de la visión. Es similar al que habla en Ezequiel (Ez. 1:26). Todo este pasaje está basado en Ez. 1-3 en donde se le da a Ezequiel un rollo para que coma al principio de su ministerio. El ángel fuerte es parecido a Cristo porque es el ángel de Cristo, enviado por Cristo para darle el resto de la profecía (ver. 1:1 y 22:6, "El Señor... ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto" (cursiva del autor).
v. 2 - Tenía en su mano un librito abierto; y puso su pie derecho sobre el mar, y el izquierdo sobre la tierra - Esto enfatiza el poder del ángel en contraste con el librito que contenía la palabra de Dios que Juan tenía que profetizar (v. 10-11). El librito está abierto, en contraste con el rollo sellado de 5:1, para que cualquiera lo pueda leer. No es el mismo rollo porque es un rollo pequeño (o librito). Debemos notar que tiene su pie derecho sobre el mar y su pie izquierdo sobre la tierra. Su autoridad cubre a ambos, es decir a todo el mundo. Tanto la tierra como el mar son partes de la creación de Dios (ver v. 6). Esto está en contraste con el dragón que fue arrojado hacia la tierra y el mar (12:12) y estuvo a la orilla del mar (13:1) en tanto que las dos bestias salieron del mar y de la tierra (13:11). La profecía que el ángel le dio a Juan está referido a estos tres. Lenski considera que el librito es el evangelio que debe ser proclamado a todo el mundo (10:11, 11:10, 14:6). Note que Juan usa el mar y la tierra para representar a todo el mundo cuando trata con los mercaderes y los hombres de mar que lamentan sobre Babilonia en cap. 18.
v. 3 - y clamó a gran voz, como ruge un león; y cuando hubo clamado, siete truenos emitieron sus voces - La voz de los siete truenos era probablemente la de Cristo o de Dios. La voz de Dios es comparada frecuentemente con el trueno, especialmente cuando Dios le habló a Jesús antes de la crucifixión (Juan 12:29), aunque el primer ser viviente también sonaba como un trueno (6:1). El rugido de un león es otra alusión a Cristo, quien es el león de la tribu de Judá. En 1:1 y 22:16 Jesús envió a Su ángel a Juan. El ángel viene desde la presencia de Jesús y de ahí surge la similitud del ángel con Jesús.
v. 4 - Cuando los siete truenos hubieron emitido sus voces, yo iba a escribir; pero oí una voz del cielo que me decía: Sella las cosas que los siete truenos han dicho, y no las escribas - Estaba a punto de escribir como le había sido ordenado (1:19) pero no se le permitió escribir esto. Los siete truenos están sellados y no se nos permite conocer todos los misterios de Dios. Hay otras fuerzas trabajando aparte de los descritos aquí (xxxx). Contraste esto con el resto del libro que es un quitar el velo del plan de Dios para la iglesia y sus enemigos; no está sellado, "No selles las palabras de la profecía de este libro, porque el tiempo está cerca" (22:10). Hay algunas cosas que al hombre no le son permitidos conocer (Dt. 29:29, 2 Cor. 12:4, cf. Dn. 8:26, 12:4).
v. 5 - Y el ángel que vi en pie sobre el mar y sobre la tierra, levantó su mano al cielo - Levanta la mano derecha y jurar era algo muy común (Dt. 29:29, 2 Cor. 12:4, cf. Dn. 8:26, 12:4). Ver los comentarios sobre v. 2 para el mar y la tierra.
v. 6 - y juró por el que vive por los siglos de los siglos, que creó el cielo y las cosas que hay en él, y la tierra y las cosas que están en ella, y el mar y las cosas que están en él, que el tiempo no sería más - Juró por el Dios creador eterno (4:11, Dn. 12:7) que no habría más demoras (Hab. 2:3, Heb. 10:37) cuando la séptima trompeta está a punto de sonar, para el cumplimiento de la voluntad de Dios. Al describir la creación el ángel usa tres dobletes que son similares a la narración en Génesis, donde en los tres primeros días Dios hizo los cielos, la Tierra, la tierra y el mar, y en los siguientes tres días los llenó.
- Día 1: Creó los cielos y la tierra, la luz y la oscuridad (Gn. 1:1-5)
- Día 2: Hizo el cielo para separar las aguas de arriba de las de abajo (Gn. 1:6-8)
- Día 3: Hizo la tierra y el mar, la vegetación y los árboles (Gn. 1:9-13)
- Día 4: El sol, la luna y las estrellas (Gn. 1:14-19), los cielos llenados
- Día 5: Peces y criaturas en el mar, aves (Gn. 1:20-23), el mar llenado
- Día 6: Criaturas vivientes sobre la tierra, el hombre (Gn. 1:24-31), la tierra llenada
v. 7 - sino que en los días de la voz del séptimo ángel, cuando él comience a tocar la trompeta, el misterio de Dios se consumará, como él lo anunció a sus siervos los profetas - Es significativo que la última, la séptima trompeta (11:15) coincide con el cumplimiento del misterio de Dios. Porque cuando suena la última trompeta Cristo vendrá de nuevo (Mt. 24:31, 1 Cor. 15:52, 1 Tes. 4:16). El misterio de Dios es Cristo (Col. 2:2). Este misterio se cumple cuando Cristo vuelva y establezca su reino y su reinado (ver !1:15-18 donde el séptimo ángel suena su trompeta y esto coincide con el juicio). Dios les dice a Sus profetas Sus planes antes que sucedan (Amós 3:7). Dios le ha revelado a Pablo el misterio de Dios, es decir Cristo. Note que, como el misterio de Dios será cumplido cuando el séptimo ángel está a punto de hacer sonar su trompeta, esto hace improbable que las siete copas sean la séptima trompeta.
v. 8 - La voz que oí del cielo habló otra vez conmigo, y dijo: Vé y toma el librito que está abierto en la mano del ángel que está en pie sobre el mar y sobre la tierra - La misma voz que en v. 4 "oí una voz del cielo que me decía: Sella las cosas que los siete truenos han dicho, y no las escribas". El librito está abierto - no está sellado - y deber ser leído. Esta es una situación similar a cuando el Cordero tomó el rollo de la mano de Dios. ¿Es éste el mismo rollo que está sellado con siete sellos pero que ahora está abierto? Probablemente no, porque en v. 2 está descrito como un rollo pequeño (biblaridion).
v. 9 - Y fui al ángel, diciéndole que me diese el librito: Y él me dijo: Toma, y cómelo; y te amargará el vientre, pero en tu boca será dulce como la miel - El librito es la Palabra de Dios (ver Ez. 2:7, Jer. 15:16 y Sal. 19:9). Juan debe profetizar algo más, sobre pueblos, naciones, lenguas y reyes (ver v. 11).
v. 10 - Entonces tomé el librito de la mano del ángel, y lo comí; y era dulce en mi boca como la miel, pero cuando lo hube comido, amargó mi vientre - Esto está tomado directamente de la experiencia de Ezequiel (Ez. 3:3) a quien se le había encargado que advirtiera a los malvados que se volvieran de su pecado (Ez. 3:17). Es dulce porque la palabra de Dios tiene un sabor dulce (Sal. 19:10) pero amargo porque también habla del juicio de Dios. Los que hablan la palabra de Dios también serán perseguidos (11:17).
v. 11 - Y él me dijo: Es necesario que profetices otra vez sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes - Esto se parece a la comisión de Jeremías cuando Dios le dice a Jeremías: "te di por profeta de las naciones" (Jer. 1:5) y "He aquí he puesto mis palabras en tu boca. Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre reinos, para arrancar y para destruir, para arruinar y para derribar, para edificar y para plantar" (Jer. 1:9, 10). Habiendo digerido la palabra de Dios, Juan debe profetizar de nuevo. Recién hemos llegado a la mitad del Apocalipsis y hay mucho para decir acerca del mundo y sus habitantes. Note la descripción en cuatro partes que abarca a toda la humanidad: "pueblos, naciones, lenguas y reyes". Compare con 17:15, Dn. 3:4, 7:14. Las naciones son un tema importante en el resto del libro, y las referencias a las naciones aparecen 17 veces antes del final del libro. En 11:18, después de la séptima trompeta, los veinticuatro ancianos dicen, "se airaron las naciones, y tu ira ha venido". En 12:5 y 19:15 hay una referencia a Cristo que regirá a las naciones con vara de hierro. En 14:8, 16:19, 17:15, 18:3, 18:23 las naciones se mencionan en relación con Babilonia. En 20:3 y 20:8 se menciona la decepción de las naciones por parte de Satanás, y en 15:4, 21:24, 21:26 y 22:2 las naciones adoran y glorifican a Dios. Sin embargo, además de las naciones él debe profetizar acerca de pueblos, lenguas y reyes. La palabra "reyes" aparece frecuentemente a lo largo del resto de Apocalipsis. Hay referencias a los reyes de la tierra cinco veces (17:2, 18, 18:3, 19:19).
Lenski considera que el librito es el evangelio y que Juan debía profetizar ante, en vez de sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes (cf. 5:9, 7:9, 11:9). Aquí es representativo de todos los profetas del Antiguo y Nuevo Testamentos y los apóstoles, y la próxima sección muestra al evangelio predicado en el mundo por los dos testigos. Debe ser predicado a todo el mundo como lo indica el ángel cuyos pies están plantados sobre la tierra y el mar (10:2), es decir el territorio del diablo, como lo indica 12:12 (cf. las bestias del mar y de la tierra en Cap. 13).
Este versículo nos prepara para los dos testigos que se describen a continuación. Deben predicar la Palabra de Dios al mundo (ver 11:9). Esto es todavía el interludio entre la sexta y la séptima trompeta. Deben testificar al mundo a fin de completar y complementar las advertencias de Dios de las primeras seis trompetas. Luego puede venir el fin cuando se haga sonar la séptima trompeta. Pero el fin puede venir sólo cuando el evangelio haya sido predicado a todo el mundo como un testimonio a todas las naciones (Mt. 24:14). De aquí que la próxima sección trata de los dos testigos de Dios.
Fuente: Apocalipsis.Org