El antes, durante y después de una colonoscopia

  
  
Cada cinco años me tienen que realizar una colonoscopia porque se me desarrollan pequeñísimos pólipos que me extraen durante la prueba.
Para muchas personas que se tienen que realizar por primera vez esta prueba, les resulta algo complicado todo el proceso de la preparación, y eso hace que, además de la angustia por el desconocimiento de la prueba, se añada más estrés en esos días. Por este motivo voy a intentar describir de forma detallada toda el desarrollo de los días previos al examen, el mismo día y después de la prueba. Será como una especie de pequeño diario. 
Antes de nada, comentaré que la preparación de los días previos es muy importante, y hay que realizarla de forma correcta y exactamente como nos han indicado. De lo contrario, si nuestro interior no está suficientemente "limpio", el examen puede salir mal, debido a que no se ve bien o no llegan hasta donde quieren llegar. 
Diario de una colonoscopia:
4 días antes de la prueba.
Empiezo la dieta que se basa en no tomar nada de fibra vegetal. Así que... a olvidarme durante unos días de las frutas y las verduras. Ya tengo el papel con todos los detalles de las comidas a la vista, por si tengo que consultar. 
Básicamente, la dieta se compone de: sopas claras, arroz, huevos, carne y pescado triturados (hamburguesas, croquetas, salchichas..), patatas hervidas, leche, pan blanco, flanes, natillas, helados y gelatinas.
He ido al supermercado a comprar algunos productos para esta dieta. De momento, no estoy nerviosa, tampoco tengo tiempo para ello. Además, como aconsejo yo misma, procuro dejar ese pensamiento en un rinconcito de mi mente, para cuando llegue el momento.


Una sopita de pescado con arroz (he hecho de sobra para dos días), unas croquetas de pescado y un flan, ha sido mi "opípara" comida. Me he quedado con hambre, pero mira por donde, me va a ir bien para perder un par de kilitos que quería perder. En la cena, más de lo mismo... aunque unas salchichas han sustituido a las croquetas y unas natillas, al flan.

3 días antes de la prueba.
¿Por qué será que cuando te prohíben algo, más deseo tienes de eso que te han prohibido? Hoy me apetece un buen plato de cuchara (cocido, lentejas...) pero me tengo que conformar, otra vez, con la sopita de arroz y una tortilla francesa para la hora de la comida y de postre otro flan. A consecuencia de esta dieta ya comienzo a notar el efecto anti-fibra de estos alimentos. Menos mal que tengo el día lleno de actividades y no tengo tiempo ni siquiera de pensar.
Mantenerse ocupado todo el día te ayuda a que tu mente esté en el momento... en el instante.
2 días antes de la prueba.
Esta dieta es bien astringente... tengo el vientre hinchado y sensación de plenitud. Es un alivio saber que sólo son unos días y después... "limpieza total". 
Vamos a por el menú de hoy que serán unas patatas cocidas y chafadas y un par de hamburguesas. El postre... como siempre: flan, natillas o gelatina. 
En cuestión de ánimo... bien, sigo sin estar nerviosa, porque pienso que es una tontería adelantar acontecimientos (me llevó algún tiempo llegar a esta forma de pensar, pero con el tiempo se consigue)

El día antes de la prueba.
Hoy toca no comer, sólo líquidos: caldos colados, zumos colados, café o té con azúcar, gelatinas... De momento no tengo hambre (ya os comentaré por la tarde). 
Llega la tarde y mi estómago comienza a quejarse... -"¡dame comida!" parece decirme con unos ruiditos en mi interior. Pues nada, comida no hay; me voy a tomar un té y otra gelatina.
A las 21.00 horas comienzo con la "limpieza intestinal". Debo tomar la mitad del preparado en  apróximadamente 2 horas; 8 sobres disueltos en 2 litros de agua. (¡que panzón de líquido!). Mañana a las 11.00 de la mañana, tocará la otra mitad, pues la prueba es por la tarde.
¡Dichosos sobres! ¿No podrían hacerlos con buen sabor?. Ya que hay que tomar una barbaridad de este líquido salado y bastante desagradable podrían hacerlo más llevadero con un buen sabor. En fin, allá voy...
El tomar los sobres resulta, además de desagradable, agobiante y cuando te faltan dos o tres parece que ya no puedes más. Pero de que se tomen todos ellos, con la cantidad de agua que indican y  de que realice todo de forma correcta depende que la "limpieza" sea perfecta. Es cuestión de no pensar demasiado...  

El día de la prueba-
Bueno, ha llegado el día. He pasado la noche con retortijones, pero he podido dormir bastante bien. Esta mañana me toca la otra tanda de sobres (voy a quedar reluciente como la patena).
Me he pesado y he perdido ¡¡casi 2 kilos!!. Hay que ver como es el cuerpo, hambre lo que se dice hambre, ya no tengo.
Hemos llegado al hospital media hora antes. Nos hemos sentado y me he puesto a leer un libro; seguía sin estar nerviosa y eso es algo raro en mí. Creo que mis clases de yoga me están ayudando mucho, y parece mentira pero el escribir en el blog también me hace mucho bien. 
A los diez minutos me han hecho pasar y me han hecho sentar en un sillón para ponerme una vía. La enfermera, muy simpática y agradable,me ha pinchando muy bien ¡a la primera!, cosa extraña porque yo tengo unas venas que parecen serpientes y muy pequeñas. Ahí es cuando he comenzado a temblar un poco, pero más que por el miedo era por el frío... ¡hacía un frío de narices allí!. 
Al poco rato me han hecho pasar a la sala de colonoscopia, y mientras el médico me inyectaba la anestesia, lo último que recuerdo es la enfermera acariciando mi rostro.
Cuando me he despertado ya estaba en una de las cortinas de recuperación y me encontraba perfectamente y con un hambre de lobo. Los resultados han sido normales... ¡Genial!

Y este es el pequeño relato de una colonoscopia... la mía.