El apóstata (ID, Federico Veiroj, 2015) cuenta la lucha de Gonzalo (Álvaro Ogalla) contra la iglesia para conseguir apostatar, es decir, que le borren de todos los registros eclesiásticos y así dejar de ser católico.
La película empieza bien; el protagonista pelea como un campeón mientras la iglesia le da excusas y largas sin parar, así que es divertido porque parece que el chico está intentando darse de baja de Movistar o de cualquiera de estas compañías que una vez tienen tus datos ya no te dejan escapar en la vida.
También tiene su aquel en cuanto a que es instructiva a la hora de contar el proceso que hay que llevar a cabo si quieres apostatar. Me creo que es todo verdad porque el protagonista, además de ser coguionista y de no ser actor en absoluto (!), pasó por este proceso en la vida real. En la rueda de prensa -más majos todos- aclaró que lo de apostatar ha sido imposible y que él cree que eso no lo consigue nadie. Pobre chaval, qué cansancio.
Por otra parte, ésta es una de esas pelis para pasar el rato, que no pretenden ser súper profundas ni dar respuesta a tus preguntas sobre la vida y el universo, así que es sencilla y muy entretenida casi todo el tiempo.
¡Pero!
Hay escenas largas. Larguísimas. Infinitas. Así que a veces es aburridísimo seguir prestando atención. Además, aunque las actrices hacen un buen trabajo (Marta Larralde como Pilar, Bárbara Lennie como Maite y sobre todo Vicky Peña como la madre de Gonzalo), a veces da la sensación de que sus personajes no son totalmente necesarios, y eso le da cierta pesadez a la historia.
La peli sólo dura ochenta minutos, lo que me hace pensar que tal vez esas escenas interminables están ahí porque de lo contrario la película no habría llegado los 60 minutos necesarios para ser considerada largometraje, y por tanto, entre otras cosas, no habría podido competir en la sección oficial del 63 festival de cine de San Sebastián. No podía preguntárselo al director en la rueda de prensa sin darle a entender lo mucho que me había aburrido en algunos trozos, así que me quedaré con la duda para siempre.
Total, que El apóstata es una idea divertida llevada a cabo por un buen reparto, pero que tiene demasiados minutos de metraje. La recomiendo por su originalidad, pero teniendo en cuenta que hay ratos en los que os vais a aburrir.
Ya podían hacer una versión reducida y así os la podía recomendar en condiciones.