Revista Educación
Que el modelo educativo ha de cambiar, creo que es algo evidente. Las nuevas tecnologías y la globalización han cambiado la manera en la que un niño, un joven y también los profesionales recibimos, procesamos y generamos información y conocimiento. Como dice Sir Ken Robinson, no podemos seguir utilizando un modelo que se creó durante la Revolución Industrial.
Eso no quiere decir que cualquier modelo "tecnológico" nos valga, pero hay que escuchar y experimentar con modelos nuevos que provengan de gente involucrada y experta en esta área.
En los últimos tiempos he visto cómo profesionales como Sir Ken Robinson, Jane McGonigal o Marc Prensky plantean diferentes opciones basadas en el juego y en las tecnologías. Algunos, como Jane, de una manera muy radical: los niños han de jugar más con los videojuegos, ya que, bien utilizados, establecen la base de capacidades que hacen falta en la sociedad actual: capacidad de búsqueda de información, de toma de decisiones, de adecuación al riesgo, etc. Otros, como Robinson, pidiendo un cambio profundo a cómo se enseña, olvidándonos del aprendizaje puramente memorístico, pero también del profesor como "jefe" sino más como "líder". La entrevista a Prensky en Redes va por estas dos líneas también, con imágenes muy interesantes de lo que se está haciendo en el SEK.
La duda y el desafío es cómo cambiar a un modelo quizá más tecnológico y social, sin perder lo bueno que sin duda ha existido de los otros modelos. Por ejemplo, la utilización de tabletas electrónicas en clase permite una gran diversidad de ejercicios y juegos educativos, pero siempre en un entorno bidimensional que no enseñan conceptos como volúmenes, pesos, texturas, etc. Hasta qué punto esto es importante o no, sólo el tiempo o la investigación nos lo dirá.