Título: El árbol de las cerezasAutora: Paola PerettiEditorial: Seix Barral Año de publicación: 2019Páginas: 223ISBN: 9788432235092
Hace aproximadamente un mes leí una reseña de El árbol de las cerezas, primera novela de la italiana Paola Peretti, en el blog Entre montones de libros. Me gustó el título y la portada. Fue amor a primera vista. Me llamó mucho la atención, lo reservé en la biblioteca y esta semana he podido disfrutar de esta lectura que, ya os adelanto, es dura y tierna al mismo tiempo.
Su protagonista es Mafalda, una niña de 9 años que sufre la enfermedad de Stargardt, lo que ella llama niebla, una oscuridad que, poco a poco, se va haciendo más grande e intensa y va dejándole cada día un poquito más ciega.Ella, porque se lo han explicado sus padres y su oftalmóloga, es consciente de que cada día está más cerca de vivir en la oscuridad. Y lo mide en pasos y en metros, porque cada día tiene que acercarse más a los objetos y las personas para poder distinguirlos. Para hacer frente al miedo y a la incertidumbre se refugia en su gato, Óptimo Turcaret; en el espíritu de su abuela, que vive en el cerezo que hay en el patio del colegio; en sus conversaciones con Cosimo, el protagonista de El barón rampante, y en sus listas de cosas muy importantes para ella que ya no podrá hacer. Es imposible no cogerle muchísimo cariño a Mafalda desde la primera página. Sentimos una gran empatía y hacemos nuestros su dolor, la dureza de su enfermedad, su renuncia a la vida que ha conocido en sus cortos nueve años, el miedo y el terror que siente, la crueldad de sus compañeros de colegio, que la hacen víctima de sus burlas. Pero, al mismo tiempo, esta es una historia que nos habla de belleza, de aprender a valorar las cosas importantes que, casi siempre, nos pasan desapercibidas. Y, frente a la crueldad de los otros niños, la amistad y la entrega incondicional que le ofrecen Filippo y Estella. Junto con la pequeña Mafalda y sus padres, que vuelcan todo su cariño, sus medios y sus esfuerzos en hacer más llevadera la vida de su hija, Filippo y Estella conforman el elenco de personajes maravillosos e inolvidables de esta corta pero muy intensa novela. Filippo es compañero de colegio de Mafalda. Tiene fama de ser rebelde y hasta violento. Pero, como pasa casi siempre con los niños, todo tiene una explicación, no hay más que saber buscar un poco.
Estella es rumana y desde hace tres años es bedel en el colegio de Mafalda. A pesar de la diferencia de edad, las dos se hacen grandes amigas y compartirán confidencias, miedos y enseñanzas. La trama, el mensaje que transmite, los personajes, el estilo, sencillo, casi poético, dulce, tierno. Todo en esta novela me ha gustado. Y, por si fuera poco, la metaliteratura que está presente prácticamente en todas sus páginas. Como a casi todos los lectores, me encantan los libros que hablan de otros libros. El Principito de Saint-Exupéry, obra que, tengo que confesaros, aún no he leído completa y ahora la estoy leyendo poco a poco con mi hijo de cinco años, o El barón rampante de Italo Calvino, libro que tampoco he leído, tienen una importancia vital en la novela. No me queda más que recomendaros esta historia y animaros a subir a El árbol de las cerezas. Las vistas desde sus ramas son inolvidables. Si te interesa el libro, puedes encontrarlo aquí.