Este tipo de arroz es
original de Vietnam y Tailandia, se saca del grano sin madurar y se vende como
producto envasado seco.
El sabor de este arroz verde vietnamita es crujiente y delicado a la
vez, no toca lo pastoso, puede llegar a ser un reto para los amantes de la
cocina. Su forma es parecida a la de una escama, pero al cocerlo su estado pasa
a ser como gelatina, esa es una gran particularidad del arroz verde vietnamita.
No se parece en nada al arroz común que estamos acostumbrados a degustar.
Para su preparación
necesita muy poco tiempo de cocción, se realiza a base del vapor y no se
elabora con agua directa, es un producto complicado de tratar y hay que tener
cuidado y delicadeza al tratarlo.
Algunas
de las especialidades regionales son características de la propia cultura de la
que provienen, además de ser muy poco frecuentes por lo que son antiguas y admiradas
en la práctica.
Su
preparación es sencilla, basta con hervirlo al vapor con muy poco agua durante
un par de minutos o también se puede freír en aceite caliente durante unos
segundos, de tal manera conseguiremos que se hinche, y le daremos un efecto muy
parecido al arroz inflado.
Otras
formas de prepararlo pueden ser saltearlo con pollo y verduras o con gambas,
además de poder hacer pastelitos utilizando el arroz de forma glutinoso.