Revista Ciencia

El arte de enseñar

Por Biologiayantropologia
EL ARTE DE ENSEÑAR. Publicado en Levante 25 de noviembre de 2011
Mistagogo es una palabra griega que significa “el que introduce”, el que guía a otro y lo inicia en “los misterios”, de un secreto arcano, de un arte, una ciencia, una filosofía, etc. El pedagogo (en griego: paidos, niño; y agein, conducir), es a la vez mistagogo: porque inicia en el arte de la oratoria y de la lógica. Es lo propio de un maestro con su discípulo, que no se limita a exponer una lección magistral, y que cada uno se apañe como pueda; sino la de un auténtico compañero de viaje. El maestro es enseñador e iniciador, acompañante en la procelosa travesía que supone la vida, una vez que se ha salido del refugio seguro del puerto infantil. Es el que muestra el arte de la navegación a mar abierto. Es vivencial: porque el discípulo tiene que aprender a volver a puerto y no malograrse en las borrascosas olas que agitan los vientos, a veces huracanados, de la existencia. En definitiva, que sepa pilotar bien el timón y desplegar, en cada momento, las velas adecuadas para la larga travesía de la biografía, sin que encalle, ni se suma en el abismo, ni vare en los distintos escollos de los afilados acantilados que surgen en el horizonte, a veces, entre brumas. Y hacer superar los temores de todo principiante ante lo desconocido.
Ese papel esencial de iniciación acompañada para la ardua tarea que la vida le depara, compete esencialmente, en el seno de la familia, a los progenitores. Pero no únicamente, porque en el vasto océano, no basta sólo con el GPS. Se necesitan equipos de navegación, pedagogos mistagogos.
Ahora que el mundo educativo anda un tanto revuelto es necesaria una reflexión esencial. Porque la cuestión es saber de qué sirve disponer de una ratio óptima, de los ordenadores más sofisticados, de las instalaciones más modernas, si el sistema hace aguas en la misma línea de flotación. Lo esencial no es introducir las técnicas más avanzadas. Las técnicas son útiles, pero a lo largo de nuestra vida vamos a cambiar de técnicas con mucha frecuencia. Las de hoy, serán obsoletas mañana. ¿Qué es entonces la educación? ¿Qué papel tienen los educadores? Son pieza esencial. Pero conviene saber que el primer principiante es el propio pedagogo en su papel de mistagogo. El maestro tiene que permanecer en actitud de escucha. El buen docente es ante todo un buen discente, porque discierne lo nuevo con la experiencia de lo antiguo. Sin esto, el sistema educativo cae por su base y queda abocado al fracaso. Y quizá no seamos del todo conscientes de lo que nos jugamos, porque hemos pasado insensiblemente de ser mistagogos a ser dispensadores de instrucción(es); de ser discípulos, a ser usuarios. Y esta confusión es sencillamente letal.

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