![El arte de surfear con la tía abuela El arte de surfear con la tía abuela](https://m1.paperblog.com/i/526/5265233/el-arte-surfear-tia-abuela-L-DGw0vX.jpeg)
Además de guionista y director de Flora no es un canto a la vida, Iair Said es actor. El dato relativiza la definición de Documental acordada al largometraje que circuló por el BAFICI de 2018 entre otros festivales de cine, y que el viernes pasado desembarcó en el Malba. También resulta poco ortodoxa la decisión autoral de intervenir como figura ¿secundaria? en esta semblanza de una tía abuela soltera que, a juzgar por el título y el afiche del film, podría haber protagonizado alguna historieta del estadounidense Harvey Pekar.
Existe otro personaje –atípico, por cierto– en esta aproximación a un pariente lejano en más de un sentido. Se trata del departamento de la tía, una suerte de tercero en discordia que progresivamente condiciona el vínculo entre retratada y retratista.
“Este documental fue realizado sin el consentimiento de su protagonista”, aclara una placa al principio del film, y es cierto: Flora protesta en reiteradas ocasiones ante la cámara encendida. Sin embargo, Said se las ingenia para convertir esa queja en letanía narrativa de un ensayo (re)creativo que, en honor a la verdad, dista de atentar contra la vida privada de la nonagenaria.