El arte de vivir es un libro especialmente dirigido a los jóvenes, en el que se expone una filosofía práctica de la educación. Krishnamurti, delata, ante todo, las raíces del miedo. La repetición del pasado, los hábitos arraigados en la imitación y el prejuicio, obstruyen nuestra conciencia y paralizan nuestra creatividad.
Krishnamurti predica la libertad y el cambio, una revolución que no es de índole política o social. "La revolución genuina comienza, no con teorías e ideaciones, sino con una transformación de la propia mente."
Opinión:
En estas conferencias dictadas por Krishnamurti el tema es la educación, desde la escuela hasta lo que recibimos con nuestros padres y posteriormente reproducimos. La gran mayoría sabe y acepta que la educación que se da en las escuelas tradicionales es deficiente. No sería algo nuevo decir que no prepara para los problemas que nos enfrentamos en el día a día, aunque sí lo hace para generar el ambiente de competencia, ambición y el constante deseo de éxito que todos anhelamos.
Sería una incongruencia argumentar que la escuela no está para prepararte para la vida, sino para dotarte de conocimientos, ya que si te prepara para entrar a un ambiente aún más salvaje, pues te podría ayudar a comprenderlo e incluso erradicarlo, ¿no? En lugar de reproducirlo. Basta ver que -todavía en 2017-, para muchos profesores el examen sigue siendo el método para comprobar si alguien sabe o no. La complejidad del mundo reducida a dos palabras.
Si no fuera suficiente con lo experimentado en la escuela, aparecen los padres para preferir a un hijo sobre otro y de nuevo, generar competencia en el hijo rechazado. Pero claro que aman a los dos, por eso les dicen cómo deben de ser, qué amar y qué temer. Ni hablar de la dependencia que genera esto y la consecuente dificultad para librarse de ella.
Porque es claro que todos dependemos de algo o alguien, sea de los libros, la religión o de una o varias personas. Cuestiones que sabemos nos podrán dejar algo y sentirnos seguros por un momento. Por ejemplo, algo que señala: nadie depende de las personas que viven en la calle, ¿o sí? ¿Qué podríamos sacar de ellas? Lo primero que pensamos es que están locas como para ser escuchadas, sin creer si es cierto o no lo que dicen. Pero si es un político, quizá también digamos que está loco, pero al menos lo habremos tomado en cuenta.
Todos estos prejuicios son exhibidos por Krishnamurti, quien vino a cambiar -desde el fondo- la forma en que nos relacionamos. No sé qué tan conveniente sea la lectura de este libro, ya que en verdad reformula y descontrola los pensamientos que se puedan tener. No es agradable que, de pronto, llegue alguien y te quite lo que has creído tan seguramente. A cambio, en todo ese aparente vacío e incertidumbre, puedo decir que se borra un poco la presión que puedas llegar a sentir por "ser alguien" y por, sin querer o no, viendo tu ser en base a los demás.
Aunque esto suene raro y no parezca, la mayoría de las personas hacemos muchas cosas sin saber por qué. La cultura de la comparación y la búsqueda del éxito son una de ellas. Desde al ver una película y pensar si es mejor que otra, o si quiero ser como tal persona, sin ver el valor de las cosas en sí mismas.
Todos estas observaciones de Krishnamurti me parece que pueden ser tomadas como consejos, ya que por más asombrosas que sean, se puede llegar a una admiración convertida en dependencia. Además de que justo lo que proclama es no aceptarlo porque sí, sino entender los hechos desde una comprensión profunda y un cuestionamiento amplio.
Así, varias de las cosas que señala también son cuestionables, como que la búsqueda del conocimiento se hace por inseguridad, por no saber lo que el otro sabe y temer sentirse menos que el otro, cuando este sólo almacena información que el primero desconoce. Estoy de acuerdo en eso, aunque también creo que el conocer algunas cosas que antes se ignoraban, amplía también la visión que podamos tener del mundo dirigida hacia varios mundos. Sobre su lectura, como todo, creo que debe llegar en el momento adecuado, cuando se sienta que todo va a reventar en este mundo complejo que hemos creado, Krishnamurti será un buena compañía para continuar.