Pintar es su pasión. Jerónimo Quispe, quién nació en Chilloroya, quiere ser uno de los pintores más reconocidos de la provincia de Chumbivilcas. Actualmente, pinta sobre lienzos imágenes inspiradas en la pintura colonial cusqueña. Su próxima meta es iniciar a retratar la vida misma del gran qorilazo.
Jerónimo pinta hace 10 años de manera profesional, sus pinturas al óleo se caracterizan por su originalidad y su gran valor artístico tras la influencia de la célebre escuela de pintura cusqueña. “Yo pinto a Cusco, mis cuadros esconden la riqueza y mixtura de estilos de mi región”, dice Jerónimo tras enseñarnos los óleos coloridos que usa sobre lienzos que forman imágenes de la época colonial.
“Tengo 30 años y desde mis 20 años he empezado a pintar de manera seria. El arte tiene que nacerte, es tan infinito, es mi distracción, mi inspiración para vivir”, declara el artista.
Los cuadros de Jerónimo son de exportación, el pintor natural de Chilloroya nos comenta que ha vendido varias pinturas a Argentina, Brasil y Estados Unidos. “Mis cuadros han salido al extranjero, se han llevado varias pinturas hermosas a algunos países, a la gente le gusta mucho los colores, los relieves y la decoración final”, dice alegremente Jerónimo.
Las pinturas de este artista del óleo sobre lienzo tienen algo en particular: sus marcos de madera tallados. “La pintura importa mucho pero también la decoración. El marco de la imagen es madera tallada en alto relieve, nosotros lo hacemos en casa, así que es de manera manual”, afirma orgulloso.
Jerónimo demora casi una semana para elaborar un cuadro a su estilo. “Para ser pintor hay que tener paciencia y esmero. Tengo que darme un tiempo para inspirarme, inclusive estoy seguro que cuando pinte a mi tierra brava será más fácil aún. Llevo en la sangre al qorilazo que todos quieren ver”, apunta.
“Quiero mostrar más cosas de lo nuestro, tenemos un paisaje precioso, es hora de empezar a revalorar a través de mis pinturas al qorilazo, a ese poblador aguerrido domador de caballos y toros bravos”, agrega el joven pintor.
Asimismo, dice que en el distrito de Pisac tiene una pequeña tienda en donde exhibe sus trabajos para los visitantes. “Tengo la tienda en Pisac, la mayoría de personas que entran a comprar son turistas, los peruanos debemos empezar a valorar lo nuestro”, señala.
“Los cuadros que tienen más demanda son las pinturas de la escuela colonial cusqueña, sobre todo la última cena de Jesús y las distintas vírgenes sagradas de la iglesia católica”, agrega.
Al consultarle sobre el precio de los cuadros, Jerónimo dice que cada pintura al óleo vale aproximadamente 150 nuevos soles. “El precio estándar es de 150 nuevos soles, sin embargo si el cliente pide más detalle en el enmarcado – por ejemplo- se le cobra un poco más”.
Finalmente, nos cuenta que se siente asombrado por el cambio positivo de su comunidad, “ahora en la comunidad de Chilloroya existe más movimiento económico y la gente se ha animado a volver a vivir a su tierra natal, inclusive han puesto negocios propios, algunos con éxito, eso me alegra”, resalta.
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