Monofaena de Castella en Málaga, que podría ser Zafra, Castellón o Gijón.
Cuando las empieza (las faenas), podemos ya anticiparlas a golpe cantado. Los cuatro estaturarios; las dos series de naturales circulares, ayudados con el estoque; las otras dos series de derechazos; y, si la cosa no ha salido muy allá, cuatro horripilantes manoletinas para caldear los ánimos del público modernista.
Antes, los toreros no se repetían jamás. Joselito mató siete toros en una tarde en Madrid (la proeza la repitió en provincias), haciendo siete faenas completamente distintas. Belmonte realizó muchas faenas grandes en Madrid: la del 2 de mayo, la de Beneficencia, la del Montepío, la de los cuatro toros de Albaserrada... Se recuerdan así, con estas denominaciones. Cuando pasen los años, queridos modernos, ¿qué faenas de ahora váis a recordar y con qué nombre las vais a designar, si todas sin iguales? Pues la faena del Montepío fue completamente distinta a la del 2 de mayo, y ésta a la de los Albaserradas; y estas cuatro de los Albaserradas, distintas entre sí.
Pero hay más. No solo cada torero hace y repite una sola faena. Es que todos los toreros hacen la misma faena. Todos salen a hacer la misma faena. La de los estatuarios, los naturales circulares, los derechazos... y las manoletinas, para hacer entrar en calor, si la cosa iba resultando fría. Da lo mismo ver a unos que a otros. Todos hacen igual..., si el becerro les deja. Si no, no hacen nada.
En aquellos tiempos, cuando íbamos a presenciar una corrida con tres matadores, sabíamos que íbamos a ver tres estilos distintos en seis faenas diferentes. La verónica de Vicente Pastor no se parecía en nada a la del Gallo; ni la de éste a la de Joselito; ni ésta a la de Belmonte; ni la de Juan a Gaona. Nadie imitaba a nadie. Y ahora todos se imitan.
Pero no sólo con la muleta se torea hoy peor que nunca. Es que toda la lidia se hace peor. Toda. Desde que el becerro sale hasta que le arrastran las mulillas, complacidas del poco peso que remolcan.
Continuará...
"Hoy se torea peor que nunca"Adolfo BollaínDe la conferencia celebrada en el Club Taurino Madrileñoel 7 de Febrero de 1947