Último domingo de mes y como es habitual, me he puesto el antifaz y he asaltado la cocina de uno de mis compañeros ladrones. Este mes le ha tocado el turno a Con un par de guindillas, y he de decir que ha sido un lujazo pasearme por su cocina, llena de cosas ricas, así que me he traído un montón de cosas que os iré enseñando poco a poco.
Llevaba tiempo queriendo hacer unos gofres salados al horno, y cuando vi estos, ¡¡ya tenía el asalto decidido!!, me encantaron, son muy fáciles de hacer y resultan deliciosos para cenar acompañados de una buena ensalada y una cerveza fresca. También se pueden tomar con jamón serrano o con tomate, os puedo asegurar que repetiréis segurísimo.
Ingredientes- 2 huevos.- 1/2 taza de leche.- 1/4 taza de mantequilla derretida.- 1 taza de harina.- 1 cucharadita de sal.- 1 sobre de levadura.- Ajetes- Queso rallado (la receta es con cheddar, pero podéis usar el queso que más o guste).
Batir los huevos durante unos minutos. Añadir la mantequilla derretida, la leche y la sal y mezclar todo bien hasta que esté integrado. Agregar la levadura y la harina y mezclar todo bien. Añadir los ajetes que habremos cortado en tiras y el queso rallado. Mezclar bien con cuidado y dejar reposar 15 minutos.
Precalentar el horno a 180º. Engrasar los moldes de los gofres, los míos los compré en Lidl, pero también los podéis encontrar en la marca Lekué.
Rellenar los moldes con la mezcla y hornear a 180º durante 8 o 10 minutos. Desmoldar boca abajo sobre la bandeja del horno y hornear otros 5 minutos más.
Espero que os haya gustado.
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