Jacob Bronowski, se hizo famoso gracias a una serie de documentales para la BBC, titulada El ascenso del hombre, que hacía un recorrido de la historia del ser humano a través del progreso científico y técnico. Después de la emisión de los documentales, Bronowski escribió un libro con el mismo título que se obtuvo un enorme éxito.
Este matemático inglés nació en Polonia en el año 1908. Sus padres eran comerciantes y durante la primera guerra mundial les tocó huir del país hacia Alemania, donde pasaron el tiempo necesario hasta que lograron llegar a Inglaterra. Una vez establecidos en el país de Newton, Bronowski estudió en la Escuela Central de la Fundación de Londres en el año 1920 y completó sus estudios en Cambridge en el periodo que comprende desde 1928 a 1933. Tuvo que esperar 13 años para que le dieran la nacionalidad Británica.
El Ascenso del Hombre es una obra que habla sobre la historia del desarrollo intelectual científico, cultural y filosófico del hombre. El autor de la obra habla del hombre como una criatura única, que se ha dedicado a desarrollar cada aspecto, cada razón, cada emoción que genera, motivo por el cual se distingue del resto de las especies. El hombre fue creado para vivir en su ambiente, construyendo su estilo de vida, y para poder cambiar aquello que lo limitaba en su proceso de crecimiento, “descubriendo los alcances del potencial del hombre, es decir de sus talentos y facultades”, en palabras del propio autor. Por consiguiente, ésta será o es la única forma de pensar y de evolucionar del ser humano.
Así pues, la ciencia es aquella disciplina que explica cómo están hechas las cosas, cómo funcionan, cómo las hacemos funcionar. Gracias a la ciencia conocemos sus propiedades y las causas de su funcionamiento; mientras que la filosofía, con un pensamiento más personal, más reflexivo, explica el significado que esas cosas tienen para el ser humano; es decir, se ocupa de cómo sucede algo y lo que hay dentro de cada suceso.
En el libro se dice que no puede haber una filosofía, ni siquiera puede haber una ciencia decente, sin humanidad. Bronowski afirma que el entendimiento de la naturaleza, más que la filosofía misma, tiene como meta una pequeña comprensión de la naturaleza humana, dentro de sus condiciones dentro de la misma naturaleza, un hecho que coloca la naturaleza misma como un experimento dentro de la propia obra.
El ascenso del hombre está formado por trece capítulos. Cada uno de ellos aborda diferentes disciplinas. Es un libro de ciencia, de filosofía y de la naturaleza misma del hombre. Basado en la estructura del mundo occidental, las características que distinguen al ser humano como singular o solitario le llevan a realizar grandes obras, grandes pensamientos, grandes atribuciones para la humanidad en cualquier ciencia solicitada, hasta llegar a la Revolución Industrial. Cada una de las épocas relata el desarrollo de sus técnicas y tecnologías, desterrando todos aquellos elementos sociales, ideológicos y espirituales que fueron marcando la historia del hombre y su civilización.
La parte menos científica de la obra es cuando el autor habla sobre la parcela religiosa de la humanidad. La define como uno de los puntos principales que tiene la mayoría de los humanos, pues con ella identifica la manera de ver el mundo, de cómo los hombres actúan ante toda esta ideología e historia religiosa cualquiera que sea. De cómo la creación de un ser supremo, aunque sean dioses de diferentes pensamientos religiosos, hace que sea necesaria la veneración a la espiritualidad de aquel ritual religioso. ¿Por qué? Probablemente para suplir otras teorías, tal vez más reales y con más fundamento, del destino de la humanidad.
La cultura y la ciencia, explica Bronowski, o bien se relacionan por su complementariedad, o la forma de pensar las hace casi paralelas una de la otra. Un ejemplo de esto es la vida cambiante que tiene la humanidad junto con los cambios evolutivos como tales. Si una moda cambia, la manera de pensar y de vestir de una persona también cambia. O si por ejemplo queremos cambiar nuestro antigua cámara lo haremos en cualquier momento por algo mas nuevo, más moderno. Paralelamente a cómo las cosas van cambiando, van mejorando, van avanzando, así también avanzamos los seres humanos. Ello gracias a los medios tecnológicos, científicos, filosóficos del mundo, de aquel mundo en el que vivimos y del que formamos parte. Pero para adquirir ciertas cosas, ciertos elementos, debemos tener un conocimiento explicito de aquello que queremos conseguir. He aquí como la cultura y la ciencia (como conocimiento) se relacionan una con otra.
Lo que en definitiva viene a decir Bronowski en El ascenso del hombre es que la humanidad está en constante movimiento, cambia su estado, cambia su ambiente, cambia su mundo, no le satisface hacer lo mismo y quedarse de brazos cruzados esperando lo que venga. El hombre necesita crecer, mejorar con el paso del tiempo, cambiar de similitudes, agrandar el conocimiento de la ciencia, modificar la religión, agrandar el pensamiento filosófico, no para quedarse estancado, si no para mejorar, para evolucionar, para alcanzar su perfección e ir superando las limitaciones que la misma vida nos impone. Se le pude llamar un ascenso cultural, todo viene de la cultura misma. La cultura cambia con nosotros y nosotros con la cultura.
A lo largo de los 13 capítulos, el pensamiento científico y cultural del Ascenso del hombre nos atrae y nos llena de inmensas cuestiones que atrapan nuestra curiosidad. Es entonces cuando empezamos a entender la grandeza del conocimiento humano y su constante afán por descubrirlo y comprenderlo todo. Una obra realmente fascinante.