Revista Opinión
El Ejército de Estados Unidos ha asesinado a Osama Bin Laden en Pakistán y todos los países “democráticos” andan de fiesta ante tal hecho.
El ver las imágenes del Gobierno de Estados Unidos y viendo por la televisión el operativo militar como si fuera un partido de la NBA debería avergonzar a alguien pero el asesinato se celebra sin entrar en cuestiones morales.
Da la sensación que este operativo mediático se produce para contribuir a un mayor apoyo al Premio Nobel de la Paz. La población de Estados Unidos se han lanzado a aplaudir esta acción, sedientos de venganza tras el 11-S y influidos sin duda por los grandes medios de comunicación.
¿Por qué asesinar de esta manera de Bin Laden?, aparte de por el golpe mediático de una operación digna de una película de Hollywood habría que preguntarnos que habría dicho Osama Bin Laden en un juicio. ¿Hablaría del apoyo de Estados Unidos en sus comienzos como líder terrorista?, ¿hablaría de quién estaba detrás del tráfico de drogas en Afganistán? Estas cuestiones podrían ser delicadas para el gobierno de Estados Unidos al cual parece que no ha puesto mucho intereses incluso en sacar potencial información a un preso como sería Bin Laden.
Con esta operación hemos dado un paso mas hacía una situación de torturas, de impunidad, de asesinatos, de terror…