La verdad es que llegué a pensar que el VAR podía funcionar. Al principio dudaba de su eficacia, pero tras verlo en el Mundial aempecé a creer que podía ser la solución.
Luego en la supercopa le dieron gol al Sevilla a pesar de que el juez auxiliar lo había anulado, y a pesar de que me perjudicaba, me alegré, porque venía para eliminar errores.
Y durante las primeras 4 jornadas, en una nos benefició y en otra nos perjudicó, y al gran rival le dio dos puntos ante el Español que en directo no lo parecían.

Una jugada que pasa desapercibida, un plantillazo de un jugador del Girona y en la caída Lenglet mueve peligrosamente el codo. El propio jugador visitante pide disculpas y todo parece continuar.
Y de repente, saltándose todos los protocolos, alguien en Madrid, alguien de Madrid, puede que alguien del Real Madrid, decide dar un toque de atención y ve, a cámara lenta, fotograma a fotograma, lo que quería ver antes del pitido inicial.
Y el colegiado, Jesús Gil Manzano ve el cielo abierto. Ya ni siquera es culpa suya, pero su historial arbitrando al Barça aumenta. En 19 partidos 5 expulsiones. Al Real Madrid en 21 jamás le expulsó a nadie.
Y en Madrid, en Valdebebas, Del Cerro Grande fue el cómplice, el cooperador necesario, fue quien le dio el aviso a su "amigo" para que entre los dos le dieran una puntilla al VAR, de que le echaran unas paladas de tierra en su ataúd.

Y alrededor de 40 periodistas de diferentes medios han llegado a la conclusión de que la mitad ve agresión y la otra mitad, no. Y eso excluye las jugadas en las que el VAR interviene.
Pudo ser un gran invento, pero al final todo acaba en manos de los mismos, y cuando se juntan Gil Manzano y el Barça, y le añades a un árbitro madrileño(puede que madridista) tomando decisiones, desaparecen las ilusiones de llegar a creer en la justicia arbitral.
Pero ya dicen en Asturias, que el que paga al gaitero elige la canción.
Salvo que pongas a gaiteros con nuevo repertorio