¿Y si hubiera un serial killer de sevillanas maneras?¿Y si mandara una nota al ABC después de cada crimen?¿Qué pasaría si confabulara en Cash Badia, alternara en El Tremendo o se hablara de él en el Garlochi?¿Y si los sospechosos fueran caras conocidas de la Sevilla más tradicional? ¿Soportaría el presidente de uno de los equipos de fútbol de la ciudad un interrogatorio sobre un asesinato solo con un zumo de naranja? ¿O un artista de la canción ligera? ¿Y una pareja de humoristas? ¿Y todos los demás?¿Y si ese violento paisano asesinara... Con una regañá y solo a modernos?Ya está aquí la novela que Sevilla no quiere que leas.
Hoy os vengo con un libro que hacía unas semanas veía mucho en la blogosfera. Es un libro que cuando lees su sinopsis, dices ¿qué es esto? Pero con esa portada, ese título, y las buenas críticas que tenía no pude resistirme a leerlo. Os traigo la reseña de El asesino de la regañá.
Un libro que hay que descubrirlo y destriparlo sin saber mucho más que lo que cuenta su sinopsis: está habiendo unos crímenes en Sevilla un tanto peculiares. Asesina con un arma que nadie podría adivinar que fuera eso, un arma: una regaña. Tuve que ponerme a buscar para saber qué era exactamente, cuando mi sorpresa fue mayor cuando descubrí qué era. Además, solo asesina a gente que va en contra de las tradiciones, de lo antiguo, de lo de más puro sevillano.
Yo nunca he ido a Sevilla, aunque espero ir pronto porque tengo el viaje pendiente desde hace un mes, y tengo que admitir que tampoco sé mucho más que lo que se sabe en Madrid: los sevillanos, tan pulcros, tan religiosos, tan suyos; también que son muy del “Opus Dei”. Bueno pues en el libro está todo, y muy bien mezclado. Nos habla de las tradiciones; de las procesiones que paralizan a Sevilla tanto en su semana grande como antes para prepararlo todo, de los bares, de las canciones...
Nos vamos a encontrar con un libro cargado de ironía y crítica social a todos aquellos sevillanos de raza que no llevan bien eso de lo moderno: los matrimonios homosexuales, las canciones de ahora, todo lo moderno, vaya.
En el libro estarán camuflados con nombres ficticios muchos de los famosos reconocidos sevillanos: el dúo comediante Los Morancos, el expresidente Lopera, creo que también están los diseñadores Victorio&Lucchino. Muchas de las acciones que vamos a leer serán casi imposibles, pero en el libro todo vale.
Vamos a tener la sonrisa eterna en la boca por todo lo surrealista de la rocambolesca historia de nuestro inspector de Madrid, Villanueva e incluso vamos a coger cierto cariño a nuestro adorable Jimenéz, un sevillano de cepa.
Tiene un lenguaje sencillo, ágil y espontáneo. Además tiene un tipo de letra distinto a lo que estamos acostumbrados a tener en los libros habitualmente. Al principio choca y te es difícil de concentrarte, pero fácilmente te acostumbras y vas leyendo y disfrutando incluso de las hojas con sus dibujos y las marcas que tienen alguna que otra hoja. Aunque en parte se cierra el caso, hay todavía parte que queda por esclarecer y que salgan más asuntos turbios.
He disfrutado bastante con el libro: un libro mordaz, crítico e incisivo con todo lo que sea intolerante con lo nuevo y moderno de hoy en día. El autor ha hecho muy bien su trabajo aunando crítica con la guasa sevillana. Además, al final del libro, vamos a descubrir muchas de las frases que han ido twiteando los miles de seguidores de @Rancio, su autor (algunas muy ingeniosas y fabulosas, por cierto)
En resumen, un libro de humor con toques de novela negra. Un gusto disfrutar de tanta ironía y tanta crítica social tan bien hecha. Un libro en el que encontrarás a muchos famosillos sevillanos en situaciones surrealistas e inverosímiles; además todo ello mezclado con el toque negro del asesino vil y despiadado que no parará hasta ver cumplidos sus objetivos. Un libro para divertir, entretener y recrear el "modelo carca" de una parte de Sevilla.
Gracias a la Editorial por el envío del ejemplar