Revista Cultura y Ocio
Título: El asiento del conductor (The Driver's Seat)
Autor: Muriel Spark
Año: 1970
Edición: Contraseña, Zaragoza 2011
En el prólogo, que te aconsejo que leas, dice Eduardo Lago de la literatura de Muriel Spark: "Estamos en un mundo en el que nada es lo que parece, un mundo muchas veces violento, en el que lo cómico convive con lo macabro, y en el que el mal y la muerte nunca están muy lejos". Pues todo eso se aplica perfectamente a El asiento del conductor. La historia arranca cuando Lise, joven y desequilibrada, decide tomarse unas vacaciones en una ciudad italiana. Hace los preparativos -genial la tarde de compras-, llega al aeropuerto, embarca,... y ya no puedo decir más, salvo que en la página 41 te enteras de cómo acabará todo, y a partir de ahí 85 desasosegantes y a veces delirantes páginas en las que se va gestando el final anunciado.
He estado un rato buscando una palabra que definiera bien esta novela, y al final me he decidido por "perturbadora". Lo más excéntrico que he leído hasta ahora de Muriel Spark, que sigue sin defraudarme.
Autor: Muriel Spark
Año: 1970
Edición: Contraseña, Zaragoza 2011
En el prólogo, que te aconsejo que leas, dice Eduardo Lago de la literatura de Muriel Spark: "Estamos en un mundo en el que nada es lo que parece, un mundo muchas veces violento, en el que lo cómico convive con lo macabro, y en el que el mal y la muerte nunca están muy lejos". Pues todo eso se aplica perfectamente a El asiento del conductor. La historia arranca cuando Lise, joven y desequilibrada, decide tomarse unas vacaciones en una ciudad italiana. Hace los preparativos -genial la tarde de compras-, llega al aeropuerto, embarca,... y ya no puedo decir más, salvo que en la página 41 te enteras de cómo acabará todo, y a partir de ahí 85 desasosegantes y a veces delirantes páginas en las que se va gestando el final anunciado.
He estado un rato buscando una palabra que definiera bien esta novela, y al final me he decidido por "perturbadora". Lo más excéntrico que he leído hasta ahora de Muriel Spark, que sigue sin defraudarme.