El auge del comercio y las ciudades en el año 1000

El año 1000 fue un punto de inflexión en las fortunas de Europa occidental. Dentro de una década de esa fecha, Olaf había convertido a la mayoría de los escandinavos al cristianismo, y la amenaza vikinga llegó a su fin. El rey Esteban aceptó el cristianismo para él y para el pueblo húngaro, y los magiares se unieron a la cristiandad.
El califato musulmán de Córdoba colapsó en una guerra civil, y los buques mercantes armados de las ciudades-estado italianas arrebataron el control del Mediterráneo occidental a las flotas musulmanas del norte de África. Los musulmanes que controlaban los pasos de montaña entre Francia e Italia cometieron el error de capturar a Majolus, abad de Cluny, y retenerlo a cambio de un rescate. Después de obtener su libertad, la clase guerrera de Borgoña expulsó a los musulmanes de sus fortalezas y restableció la comunicación terrestre segura entre Francia e Italia.

Otto I, el emperador alemán, entró en Roma y liberó al papado del control de las facciones políticas romanas locales. Le entregó el papado a Gerberto de Aurillac, un monje y maestro docto y con mentalidad reformista, y el movimiento de reforma cluniacense finalmente alcanzó los niveles más altos de la Iglesia occidental. Mientras tanto, las Guiscards y Hauteville, una familia de aventureros de Normandía, comenzaron la reconquista del sur de Italia y el establecimiento del reino normando de Nápoles y Sicilia.

La suerte económica de Europa occidental comenzó a cambiar con la misma rapidez. Los gobernantes de Kiev habían destruido el estado de Khazar al este de ellos y, al hacerlo, eliminaron un amortiguador que había protegido la Ruta Varangiana de los ríos rusos de los pueblos de Asia central. Uno de estos pueblos, los Patchinaks (hay varios deletreos de este nombre), se establecieron alrededor de 1000 en aquellas tierras donde los ríos de Varangian entraron en el Mar Negro. La ruta varega fue bloqueada, y los comerciantes comenzaron a transportar mercancías desde el Báltico a los mercados mediterráneos a través de las rutas fluviales de Sena-Loira-Garona / Ródano. A su vez, los comerciantes orientales en números apreciables comenzaron a aparecer una vez más en Occidente. Otros dos eventos, menos apreciados que los que hemos mencionado, también alteraron la situación económica de Europa occidental. Poco después de 1000, las antiguas rutas de esclavitud que unían Polonia con Europa occidental se reabrieron, pero los comerciantes ahora conducían el ganado y los caballos hacia el oeste para comerciar con productos manufacturados. Este comercio probaría ser un factor importante en la conversión de Polonia a la forma occidental de cristianismo católico. Finalmente, con el uso de nuevas técnicas de ingeniería, se construyó un puente que abrió el paso Brenner para un transporte relativamente fácil y facilitó las comunicaciones entre las Alemanias e Italia.

Las antiguas rutas comerciales de Europa occidental se reabrieron al igual que las de Rusia, y el comercio báltico-bizantino se devolvió a Occidente después de una larga ausencia. El paso de este comercio de larga distancia comenzó a estimular la economía occidental.

Las condiciones en Occidente eran favorables a una reactivación del comercio. La lenta difusión de técnicas agrícolas avanzadas fue un factor fundamental en este desarrollo. El pesado arado hizo posible abrir las fértiles pero pesadas tierras bajas de Europa y arar las tierras con un solo paso en lugar del patrón entrecruzado que exigían las tierras del arado rascador. El pesado arado requirió un mayor poder de tracción, y el desarrollo de herraduras de metal, cuellos de caballo acolchados y arneses en tándem hizo posible el uso de caballos como animales de tiro. Los caballos no solo eran más rápidos (arando un 30% o más en un día que los bueyes), sino que eran más inteligentes que los bueyes y, por lo tanto, no necesitaban la atención de un hombre que manejaba un aguijón para dirigirlos. Los campesinos descubrieron el valor de los cultivos leguminosos (guisantes y frijoles) para restaurar la fertilidad del suelo, y, aunque no se dieron cuenta, mejoraron la dieta humana y animal de Europa occidental con la adición del grado relativamente alto de proteínas proporcionadas por los guisantes y los frijoles. El arado profundo y el uso de leguminosas permitieron cambiar el sistema de dos campos, en el que el 50% de la tierra cultivable se puso en barbecho cada temporada, en un sistema de tres campos, en el que solo el 33% de la tierra necesitaba estar en barbecho para restaurar su fertilidad y matar el crecimiento de malezas.

La productividad agrícola, así como la producción, aumentaron. Un mayor suministro de alimentos condujo a un aumento en la población campesina al mismo tiempo que se necesitaban menos manos para proporcionar a las poblaciones los requisitos alimentarios. Surgió una población campesina "excedente" que necesitaba una salida. Muchos de estos campesinos emigraron a las fronteras de Europa y comenzaron a apoyar la expansión de Europa occidental poblando las tierras que la clase guerrera conquistaba. Muchos otros recurrieron al desarrollo de la "frontera interna" de Europa drenando marismas, como en Bélgica y los Países Bajos, irrigando tierras secas, como en España y partes del sur de Francia, y talando bosques, como en Gales y el este de Alemania. Comenzaron a transformar el paisaje de Europa.

Incluso esto no fue suficiente para absorber toda la población campesina "excedente", y muchos de ellos recurrieron al comercio y la fabricación. La mayoría de las comunidades de las aldeas incluían artesanos a tiempo parcial, quienes ganaban un ingreso adicional trabajando durante el invierno para suplir la necesidad del pueblo de bienes y servicios particulares. A medida que el tamaño y el número de aldeas creció, algunos artesanos campesinos comenzaron a trabajar a tiempo completo en sus negocios. Este mismo aumento en la población llevó a la necesidad de nombres personales más distintivos, y muchas personas tomaron su oficio como un segundo nombre. En consecuencia, los apellidos modernos son un registro vivo de la elaboración de la economía de Europa occidental. Fletcher, Frenier, Shields, Schild, Spearman, Bowman, Boyer, Greaves, Sadler y otros se dedicaban a la producción de armamento, mientras que Houseman, Mason, Maurer, Thatcher, Glazer, Turner, Carpenter, Sawyer, Sierra y Dauber estaban en el negocio de la construcción y mejora de viviendas. Smith, Schmidt, LeFevre, Faber, Tinker, Plumb, Herrera y Ferrier trabajaron en metales. Busch, Bush, Brewer, Brewster, Aylward, Boardman estaban en el negocio de la fabricación de cerveza y el bar. Arkwright, Cooper, Hooper, Boatwright, Wheelwright, Cartwright, Wainwright construyeron cajas y barriles, barcos, carros y carretas. Wagner, Chapman, Packer, Merchant, Marchant, Drover, Dealer, Coiner, Minter se dedicaban a la comercialización y venta de los productos de dichos artesanos. La lista puede extenderse inmensamente. Cuando el comercio de larga distancia comenzó a fluir nuevamente a través de Europa occidental, ya existía un cuerpo significativo, aunque disperso, de fabricantes y artesanos en Europa occidental. y Dauber estaban en el negocio de la construcción y mejora de viviendas. Smith, Schmidt, LeFevre, Faber, Tinker, Plumb, Herrera y Ferrier trabajaron en metales. Busch, Bush, Brewer, Brewster, Aylward, Boardman estaban en el negocio de la fabricación de cerveza y el bar. Arkwright, Cooper, Hooper, Boatwright, Wheelwright, Cartwright, Wainwright construyeron cajas y barriles, barcos, carros y carretas. Wagner, Chapman, Packer, Merchant, Marchant, Drover, Dealer, Coiner, Minter se dedicaban a la comercialización y venta de los productos de dichos artesanos. La lista puede extenderse inmensamente. 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Herrera y Ferrier trabajaban en metales. Busch, Bush, Brewer, Brewster, Aylward, Boardman estaban en el negocio de la fabricación de cerveza y el bar. Arkwright, Cooper, Hooper, Boatwright, Wheelwright, Cartwright, Wainwright construyeron cajas y barriles, barcos, carros y carretas. Wagner, Chapman, Packer, Merchant, Marchant, Drover, Dealer, Coiner, Minter se dedicaban a la comercialización y venta de los productos de dichos artesanos. La lista puede extenderse inmensamente. Cuando el comercio de larga distancia comenzó a fluir nuevamente a través de Europa occidental, ya existía un cuerpo significativo, aunque disperso, de fabricantes y artesanos en Europa occidental. Herrera y Ferrier trabajaban en metales. Busch, Bush, Brewer, Brewster, Aylward, Boardman estaban en el negocio de la fabricación de cerveza y el bar. Arkwright, Cooper, Hooper, Boatwright, Wheelwright, Cartwright, Wainwright construyeron cajas y barriles, barcos, carros y carretas. 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Estas dos corrientes convergieron en el "renacimiento" de la vida urbana. Las ciudades europeas occidentales del imperio romano habían sido, en su mayor parte, creaciones artificiales establecidas por el gobierno imperial para centralizar las actividades legales, religiosas y económicas. A medida que el imperio en el oeste disminuyó, el poder y la población comenzaron a moverse de las ciudades al campo. En el siglo X, muchas de estas ciudades romanas habían sido abandonadas, o habían sido reducidas a fortalezas, catedrales o monasterios con un pueblo cercano, a menudo cercado por parte de la antigua muralla romana. Sin embargo, todavía eran centros de población y generaban una cierta cantidad de tráfico. Algunos artesanos del pueblo se mudaron a estos centros, aumentando su población e importancia. Los comerciantes de larga distancia a menudo encontraron estos lugares convenientes para romper su viaje, vendiendo algunos de sus productos, dividiendo carga, o incluso comerciando con comerciantes que llegan de partes distantes. A menudo establecieron residencias y almacenes (llamados "fábricas") en las aldeas adyacentes a los principales centros administrativos y tomaron la iniciativa de restaurar y extender las antiguas murallas romanas para completar las defensas de un centro de fabricación y comercial esencialmente nuevo.

La presencia de una población de artesanos y comerciantes atrajo a otros especialistas, como médicos, boticarios, maestros, pergaminos, escribas, abogados, zapateros, peleteros, carniceros, panaderos, cocineros, prostitutas, barberos, sastres y todos los otros comerciantes necesarios para apoyar a una población urbana. Algunos de estos centros desarrollaron alguna especialidad de fabricación local. Los centros a lo largo de las raíces de la peregrinación generalmente tenían un gran número de zapateros, por ejemplo, ya que los peregrinos caminaban cientos de millas a lo largo de caminos rocosos y necesitaban zapatos nuevos a intervalos regulares. Las ciudades de Bélgica comenzaron a usar la lana fina de las ovejas que pastaban en los prados y marismas a lo largo del mar para tejer telas de alta calidad para exportar a otras ciudades.

<i> Una nota de explicación. Técnicamente hablando, una "ciudad" en la edad media era la sede de un obispo, una catedral con su población dependiente. Una "ciudad" era un centro urbano sin un obispo. Entonces, la diferencia entre ciudades y pueblos medievales no era una de tamaño.

Tales industrias aumentaron aún más la población local. La producción de tela de lana, por ejemplo, requirió cardadores (a menudo mujeres), lavadores, tintoreros, hiladores, tejedores, impresores (a veces) y comerciantes. también hubo una mayor necesidad de trabajadores comunes, y tantos campesinos relativamente no calificados se mudaron a las "nuevas" ciudades y pueblos. Estos centros urbanos necesitaban suministros de alimentos y materias primas para el procesamiento, y el suministro de estos productos básicos transformó la sociedad campesina.

Hasta este momento, desde el punto de vista de los campesinos, había tenido poco sentido producir un excedente, excepto para crear una reserva de alimentos como un seguro contra la pérdida de cosechas, grupos de guerra merodeadores o cualquiera de los otros peligros del momento. . Las aldeas vecinas, que producían los mismos cultivos, no proporcionaban mercado para los productos excedentes, y había poco para comprar, incluso si hubiera habido un mercado en efectivo para la producción excedentaria. La necesidad de las nuevas y crecientes ciudades y pueblos de alimentos y materias primas cambió por completo esa situación, y muchos aldeanos ahora se esforzaron por aumentar su producción y vender sus cultivos en los centros urbanos. Algunos usaron sus ganancias para <i> conmutar </ i> sus servicios laborales. En lugar de pasar dos días a la semana en los campos de sus señores, proporcionar dos semanas de arar, dos semanas de cosecha y numerosos servicios menores, pagaron una renta anual. Ahora, capaces de dedicar todas sus energías a producir y vender más de lo que antes era posible, tales campesinos pudieron acumular aún más dinero y usar este dinero para comprar los derechos sobre la tierra de sus vecinos menos afortunados. Comenzó a surgir una clase de campesinos sin tierra que engrosaron las filas de los sin hogar y los pobres sin trabajo. Los pobres se desplazaban de un lugar a otro buscando trabajo, y ofrecían una fuente de mano de obra barata para arar y cosechar lo que hizo posible que la agricultura medieval fuera aún más rentable para quienes controlaban la tierra. La comunidad del pueblo ya no tenía que apoyar a los miembros cuya única contribución era proporcionar las manos adicionales que se necesitaban en el momento de la cosecha. Ahora, capaces de dedicar todas sus energías a producir y vender más de lo que antes era posible, tales campesinos pudieron acumular aún más dinero y usar este dinero para comprar los derechos sobre la tierra de sus vecinos menos afortunados. Comenzó a surgir una clase de campesinos sin tierra que engrosaron las filas de los sin hogar y los pobres sin trabajo. Los pobres se desplazaban de un lugar a otro buscando trabajo, y ofrecían una fuente de mano de obra barata para arar y cosechar lo que hizo posible que la agricultura medieval fuera aún más rentable para quienes controlaban la tierra. La comunidad del pueblo ya no tenía que apoyar a los miembros cuya única contribución era proporcionar las manos adicionales que se necesitaban en el momento de la cosecha. 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La comunidad del pueblo ya no tenía que apoyar a los miembros cuya única contribución era proporcionar las manos adicionales que se necesitaban en el momento de la cosecha.

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