Revista Ciencia
El automóvil que por muchas décadas fue considerado a nivel personal y social como un símbolo de prestigio, distinción y progreso, poco a poco se ha venido convirtiendo en un gran problema para todas las ciudades del mundo, pero con mayor notoriedad en las grandes metrópolis por todo el planeta.
En tiempos pasados para muchos hombres y mujeres por norma general era y todavía hoy en día sigue siendo un gran motivo de orgullo decir ¨me compre un carro¨ como si esto fuese lo máximo o como si fuera un gran logro personal o familiar, pero la realidad es que los tiempos han cambiado y ese símbolo de estatus social ahora está pasando a convertirse en un problema para todos los ciudadanos en general.
EL PROBLEMA
Con el aumento de la población crece el número de compradores o personas que adquieren vehículos, lo que en líneas generales tiene contentos a los fabricantes de carros que todos los años dan a conocer cuanto creció su sector automotriz y que proyecciones de crecimiento tienen para el otro año.
Si reflexionamos sobre este asunto del aumento en la proyección por ventas de carros para el año siguiente, lo que en realidad nos están diciendo es que seguirán promoviendo el crecimiento anual de más automóviles circulando por las calles; es allí donde nace pero al mismo tiempo crece el problema porque con más cantidad de carros en calles y avenidas de todas las ciudades, aumenta el caos vial con las grandes e interminables congestiones vehiculares, también se ve seriamente afectado el espacio público, aumenta el nivel de contaminación medioambiental, aumenta el nivel de contaminación auditiva, crece el nivel de estrés, aumenta el nivel de las enfermedades respiratorias ocasionadas por el smog, se deteriora el medio ambiente urbano, se perjudica enormemente al planeta y a sus habitantes porque la polución provocada por los automóviles sin lugar a dudas es una de las principales causas a nivel mundial por acelerar el calentamiento global que nos trae como consecuencia la crisis climática y está viene acompañada de las tragedias medio ambientales que todos vemos cada día con mayor frecuencia en los noticieros, las grandes sequías, enormes inundaciones, aumento de la temporada de huracanes, etc.
PERDIDA DEL ESPACIO PÚBLICO
Cada día hemos venido viendo como los automóviles han invadido el espacio público que debería ser para la mayoría de los ciudadanos, la gran cantidad de automóviles que circula o que están estacionados en calles y parqueaderos ocupa enormes porciones de espacio que tendrían que ser mejor aprovechadas para una mejor movilidad de los ciudadanos y para brindar una mejor calidad de vida a los mismos.
La anterior secuencia nos muestra claramente el espacio copado por los automóviles contra otras formas alternativas de transporte, podemos comprender clara y perfectamente como los automóviles han invadido el espacio público.
La prueba fue hecha en una de las principales avenidas de Seattle en los Estados Unidos donde se demuestra que 200 personas en 177 automóviles tienen totalmente invadida la avenida, pero si retiramos esa cantidad de vehículos de la calle y la reemplazamos por las mismas personas en bicicleta, por una línea de metro o incluso en tres buses, el espacio público es liberado inmediatamente.
En las siguientes imágenes podremos ver otros ejemplos realizados en diferentes ciudades para demostrar la enorme cantidad de espacio que necesitan los automóviles comparados con buses de transporte público, en el caso de las bicicletas nos podemos dar cuenta que un solo ciudadano con su automóvil estacionado acapara el espacio público que podrían ocupar diez ciudadanos cada uno con su bicicleta.
Ante la contundencia de las imágenes no hay lugar a discusión sobre el problema de espacio público creado por los automóviles.
CONTAMINACIÓN
Los carros particulares y en general todos los automóviles (motos, buses, ciclomotos, camiones, etc) que son movidos con base en energía proveniente de la quema de combustibles fósiles son una enorme fuente de contaminación medio ambiental y un grave problema para el entorno urbano en todas las ciudades.
El perjudicial monóxido de carbono, los hidrocarburos y óxidos de nitrógeno que salen por los tubos de escape de los automóviles elevan las emisiones de gases perjudiciales que son liberados a diario en la atmósfera en cantidades enormes por todo el planeta.
Esto como ya lo dijimos aumenta el problema del calentamiento global y además trae serios problemas de contaminación urbana y salud pública a los ciudadanos que se ven afectados por los efectos nocivos de respirar a diario un aire contaminado, desarrollando con el tiempo toda una serie de enfermedades respiratorias que no sufren los ciudadanos que viven en áreas rurales o no-urbanas.
LA SOLUCIÓN
Para resolver este problema debemos trabajar en varios frentes:
Tenemos que dejar de priorizar el automóvil particular y maximizar un ¨transporte publico multimodal¨ colectivo y eficiente para los ciudadanos en todas las ciudades y países en el mundo.
Ese transporte multimodal debe fortalecer el uso de la bicicleta con buenos carriles de ciclo-rutas, también debe fortalecer el transporte público ¨eléctrico¨ amigable con el medio ambiente o medios ecológicos alternativos diferentes a los viejos y tradicionales medios de transporte que se mueven utilizando energía derivada de la quema de los perjudiciales combustibles fósiles.
Un robusto sistema de transporte multimodal debe ir perfectamente enlazado trabajando en armonía con las diferentes líneas del metro que toda gran ciudad se supone tiene que tener, esto visto a grandes rasgos porque los especialistas en transporte urbano pueden aportar muchísimo para ayudar a contribuir con el tema en cuestión.
Por último es fundamental la colaboración de los ciudadanos porque para resolver este problema debemos hacer un cambio de paradigma, un cambio en la manera de ver las cosas y un cambio en la actitud de las personas para con el uso de los automóviles; debemos dejar de pensar que si no vamos en carro particular al trabajo, universidad o al lugar de nuestras labores, entonces perdemos estatus social, debemos dejar de lado el bienestar particular y pensar en bienestar general de todos nosotros como comunidad.
Con voluntad ciudadana podemos cambiar de paradigma para dejar el carro en la casa y subirnos a la bicicleta, podemos utilizar medios de transporte alternativos, con voluntad política podemos sacar adelante los proyectos de ley que las ciudades necesitan, con el aporte de los expertos en movilidad, con el aporte de los expertos en contaminación medioambiental podremos resolver este enorme problema.