Sábado, 4 de la tarde en el Camp Nou. El Barça sale a jugar contra el Deportivo, un conjunto atrevido, con un entrenador que desde el año pasado le ha dado la vuelta al equipo como a un calcetín. En la víspera Luis Enrique ya avisó de la peligrosidad del equipo coruñés, pidió el apoyo del público y se suponía que había concienciado a sus jugadores, lo que daba esperanzas al seguidor culé sobre que el equipo saliese enchufado y celebrásemos una victoria antes de irnos a Japón a conquistar el Mundialito.
El partido comenzó bien, el once gallego bien pertrechado atrás, sin inquietar mucho la portería de Bravo, sin embargo, en las pocas veces que se acercó al marco, la defensa blaugrana no daba mucha sensación de seguridad a pesar de ser el cuarteto de gala. En el centro del campo el omnipresente Busquets era bien secundado por Iniesta y el siempre inestimable Rakitic, con tanto físico como calidad en sus botas. Arriba el mermado por falta de partidos Messi, junto al incansable Suárez y el inexistente Sandro.
El partido estuvo controlado por el Barcelona durante toda la primera mitad, bien es cierto que no hizo un juego excelso como el de la primera parte contra el Valencia pero era entendible en parte porque, a pesar de la advertencia del entrenador, el Deportivo no es un equipo que en tu casa, y a priori, pueda ser capaz de amargarte. El equipo blaugrana daba sensación de tener todo el partido controlado, con Messi como director de orquesta, bien secundado por los otros 8, no cuento a Bravo porque poco puede aportar ofensivamente, ni a Sandro, porque tiene tanta mordiente atacante como el portero.
En una de esas jugadas falta al borde de la frontal, perfecta para que el genio la pusiese en la escuadra ante la inútil estirada del portero del equipo coruñés. El partido ya estaba encarrilado, la pelota era de Busquets y cuando eso pasa el campo está inclinado de manera irremediable.
Se inició la segunda parte, con el Deportivo manteniendo el tipo, con un entrenador atrevido que no daba el partido por perdido. Rakitic la tuvo a cuatro metros del rectángulo del área, disparo preciso ante la impotencia del guardameta. Dos a cero y las mentes de los jugadores pensando ya en la maleta que tenían que meter en el avión para Japón, sin caer en que el Deportivo no tenía nada que perder.
Los jugadores blaugrana bajaron los brazos y Luis Enrique pensó que con lo del banquillo le daba para mantener los tres puntos. Munir suplió a Sandro, más de lo mismo, ni Tello, ni Deulofeu han tenido tantas oportunidades como estos dos jugadores y ni los dos juntos suman para ser suplentes de Messi, Neymar o Suárez. Este cambio no significó nada, jugábamos con diez y seguimos jugando con diez. Luego Sergi Roberto, muy bajo de forma, suplió a Rakitic, auténtico bastión del centro del campo junto con Busquets, y Mathieu, o uno con su camiseta, suplió a Jordi Alba.
La primera intervención de Mathieu fue ver como el Deportivo marcaba el 2-1, la segunda fue ver la camiseta de Bergantiños rematando solo en la banda izquierda del equipo blaugrana. Empate a dos y la sensación de que el Barça había dejado al Real Madrid y al Atlético subirse al tren de la Liga.
El Atlético no falló, a pesar del buen juego del Athletic el equipo del Cholo es ya colíder de la Liga española y a pesar de que intenten ir de nuevo de víctimas, lo cierto es que el poderío del equipo colchonero es indiscutible a día de hoy, quizás no hace un juego brillante pero los de Simeone son el auténtico rival en el campeonato liguero. Un equipo con Godín, Filipe Luis, Oblak, Koke, Vietto y Griezman y con el Cholo al mando no puede ir nunca de víctima.
Con lo que no contaba nadie es con el descalabro del Real Madrid. Un equipo que venía de golear al todopoderoso Malmö era serio candidato a llevarse los tres puntos del campo del equipo castellonense. Marcelino le dio un baño táctico tremendo a Benítez en la primera parte. A día de hoy cuando el entrenador contrario, de un equipo mínimamente serio, ve que en la alineación del equipo blanco juega la BBC, sabe que la capacidad de dar la sorpresa está más cerca.
Comparar la MSN con la BBC es imposible a día de hoy. La delantera blaugrana hace algo que es impensable en la madridista, trabaja, lucha y corre sin balón. Y eso es algo que penaliza. Con el esquema madridista de un portero, la flor del pobre Keylor no ha llegado hasta los turrones, cuatro defensas, tres medios y tres delanteros, el entrenador contrario puebla el centro del campo y ahí las huestes madridistas se ven aisladas. No tienen el Messi ni el Neymar que bajen al centro del campo y se hagan protagonistas con el balón. Ni el sobrevalorado Bale, ni el rematador Ronaldo, ni el delantero centro Benzema pueden hacer ese papel. Hasta que Benítez no se dé cuenta que está sentenciado, si pone a la BBC palma y si no la pone el presidente lo echa porque en China no tendría la misma audiencia, la Liga es cosa de dos, los colchoneros y los culés.
Espero que la jornada de hoy haya sido un aviso para la entidad culé, la delantera blaugrana necesita un nuevo miembro, ni Munir ni Sandro han dado mínimamente la talla. Da igual que con el nuevo fichaje siga siendo la MSN, y la N sea de Nolito, o que sea otro jugador, pero Bartomeu, lo mínimo que puedes hacer para un entrenador que nos ha dado cuatro títulos, y espero que el quinto sea una realidad este fin de semana, es darle lo que te pida.
Luis Enrique también debe tomar nota, hay jugadores que no dan la talla saliendo desde el banquillo, más vale poner a un canterano con ganas antes que a un Adriano, Douglas, cuando tenga la decencia de perder el miedo a jugar y deje de lesionarse, Mathieu, Munir y Sandro. Ahora bien, teniendo en cuenta como estamos hoy es para estar contentos, clasificados para octavos en la Champions, para la siguiente ronda en la Copa del Rey, cosas que otros no, y colíderes en la Liga. Todo esto a dos semanas de que Arda Turan y Aleix Vidal refuercen aún más la plantilla culé.
Lionel MessiF.C.BarcelonaLuis Enrique MartínezR.C.Deportivo de la Coruña