El azul ¿mi nuevo negro?

Primavera a punto de llegar, sangre alterada (eso siempre) y ropa nueva en las tiendas. El tránsito entre la ropa de invierno y la de primavera (todavía no es verano pero ya vas más fresquita) es desolador. ¡Estás cruda, blanda y obesa!. Pero vas a un centro comercial y empiezas a ver ropa de colores alegres y te animas. Y claro, te lanzas a comprar.

Nunca me ha gustado vestir de azul marino. Lo veía un color clásico y demasiado marinero. No tengo nada en contra de lo marinero, al contrario que llevo el mar en la sangre, pero vivir en una ciudad de mucho ambiente naval te hace un poco reticente a la hora de vestir un look marinero. No quiero acabar izando velas en el muelle. Mis cosas.

Pues nada, desde hace dos temporadas he empezado a vestir de azul. Sin camisita ni canesú que no soy una muñeca y nunca he sabido que era un canesú. Ni quiero.

Al verme de azul cual pitufo crecidito me pregunto cuál será la explicación: ¿Me visto de azul porque voy para mayor? ¿me manejan Amancio & co. de tal manera que consigan que me vista de un color que nunca me hizo tilín?.

Por supuesto la respuesta correcta es la segunda: AMANCIO ME MANEJA. Porque yo estaré cumpliendo años pero para mayor no voy.

Esta falda azul la tengo y es de Stradivarius. No soy mayor. Está claro.

Soy muy dócil y buena “niña” y hago lo que me dicen. Esa es la respuesta. Que no quepa duda.

También es verdad que esto del azul es una forma de salir de tanto negro. Ah, que no se me olvide. Jamás, que quede claro, JAMÁS llevaré algo azul marino combinado con negro. Ni la ropa interior. Ni un coletero. NADA. Manías.

A fin de cuentas todo es cuestión de renovarse o morir. Soy un puro peeling vital, me renuevo cual célula exfoliada que da gusto.

Así que si Amancio (Ortega por si no habéis caído, el de Inditex) me dice que le cambie el nombre al blog lo haré y será “el nuevo azul”. Pero Amancio no me lo va a pedir más que nada porque no me conoce. Así que seguiré de negro. Pero por fuera, que por dentro soy muy primaveral y colorida.