El Balon de Hojalata

Nada más lesionarse Leo Messi, en Madrid les faltó tiempo para sacar la calculadora y calcular las probabilidades de que Cristiano Ronaldo se llevase el ansiado Balón de Oro. Desde diferentes altavoces se asegura que el luso está en el primer lugar de los favoritos para ganarlo pese a que diferentes casas de apuestas le sitúan en tercer lugar, detrás de Franck Ribéry y Leo Messi, el cual se perderá los últimos dos meses del año por culpa de una lesión. Desde luego, resulta gracioso que el luso no pueda con el argentino ni dándole dos meses de ventaja para que se luzca, aunque las casas de apuestas no siempre aciertan, y también es posible que sea el portugués quien se lleve el gato al agua dentro de un par de meses. Entonces veremos a los medios afines diciendo que por fin se ha hecho justicia y que el mundo futbolístico vuelve por fin al cauce del cual no tuvo que salir jamás. O sea, del cauce en el que el Real Madrid era el más mejor equipo del mundo mundial y parte del extrarradio cósmico cuando lleva unos añitos en los que un puñado de tíos vestidos de azulgrana les han dado doscientas patadas, incluyendo un 5-0 al autoproclamado Special One y un 2-6 en el mismísimo Bernabéu, eso por no hablar del día en el que salieron aplaudidos del coliseo blanco tras una obra de arte de Ronaldinho.
Afortunadamente, de un tiempo a esta parte ando relativamente desconectado del mundo informativo, aunque siempre procuro estar mínimamente informado. De otra manera, creo que me hubiese tenido que ir a urgencias por ataques crónicos de arcadas y vómitos viendo la felación continua que le están haciendo al x de Madeira para que ande contento el muchacho (como si no fuese suficiente guasa trabajar de lo que te gusta, ser de los mejores del mundo en tu profesión y además cobrar un pastizal por ello) al mismo tiempo que intentan convencer al mundo entero que el portugués se merece todos los premios habidos y por haber, simplemente porque sí. Me resulta de verdad curioso que desde los altavoces merengues se insista que Cristiano es el favorito para ganar el galardón y después veo que las casas de apuestas sitúan en el primer lugar de la lista a Ribéry y algunas ponen al delantero madridista incluso en tercer lugar. Incluso antiguos jugadores como Jorge Valdano (madridista, a más inri) le concederían el premio al delantero azulgrana. En palabras de Valdano, el mejor jugador del mundo es Messi y el segundo es Messi cojo.
Pero lo más curioso del asunto es que, según leo hoy en un determinado medio de internet, hoy finalizaba el plazo de votaciones para el premio, por lo que uno no deja de preguntarse sobre la futilidad de la campaña de publicidad para que el portugués se lleve el galardón, al mismo tiempo que tampoco entiendo los cambios de argumentación de la prensa madridista. Cuando Messi marca 90 goles en un año, “lo importante son los títulos”. Cuando Messi ha conseguido una Liga de 100 puntos y la Supercopa de España, lo destacable son los goles de Cristiano. Ahora bien, imaginemos que yo he de votar para el premio y miro a ambos jugadores. Por un lado tenemos a uno de ellos que ganó una Liga de 100 puntos, el Pichichi de los 50 goles, la Bota de Oro y posteriormente la Supercopa de España. Luego tengo a otro que no ha ganado ningún título y que tiene como mayor éxito haber disputado una final de la Copa del Rey… de la cual fue expulsado. En ese momento cuando uno se pregunta ¿qué méritos ha hecho el portugués más allá de sus goles? Si miramos el acceso al Mundial, vería que al argentino le han sobrado un par de partidos para acceder a la cita mundialista, mientras que el portugués ha tenido que jugar la repesca, que pese haber ganado por 1-0 en el partido de ida contra Suecia con un gol suyo, tendrá que verse cómo queda el partido de vuelta en el país norteño. Según cuentan algunas crónicas, por la Castellana llevan varios días temblando ante una eventual eliminación del equipo luso.
Y es que, ¿qué mejor escaparate hay en el mundo del fútbol que la estrella de un equipo brillar en una competición de tal calibre? No es difícil imaginar las consecuencias para un equipo de primer nivel como es el Real Madrid el hecho de que su máxima estrella tenga que ver la cita mundialista desde la sala de estar de su casa mientras la estrella del máximo rival está bajo la atenta mirada de millones de personas de todo el mundo. Eso por no hablar de las consecuencias económicas y publicitarias de la ausencia de una de las mayores estrellas futbolísticas del mundo en una cita así. Es entonces cuando uno se preguntaría que cómo es posible que, siendo la gran estrella que muchos, incluyéndose a él mismo, dicen que es, haya tenido que jugar la repesca para ir a la cita mundialista mientras otros países ya están clasificados, y me preguntaría si, en realidad, es porque no tiene la categoría que dicen que tiene y también me preguntaría sobre los argumentos para votarle, al mismo tiempo que me pregunto por qué no debería votar por el argentino, ganador de su Liga y Supercopa, o por Ribery, ganador de la Bundesliga, Copa alemana, Champions y Supercopa europea, además del premio al mejor jugador de la UEFA de la temporada pasada. Como diría cierto entrenador ¿pur qué?