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El Barça de Tito mejora al de Guardiola, mientras que el Madrid de Mou se derrite

Publicado el 17 diciembre 2012 por Aposilio @aposilio

El técnico azulgrana aprovecha la inercia dejada por su antecesor para batir récords, a la vez que a los blancos solo les resta la Champion para evitar el fracaso, y el Atlético confirma que no es alternativa


El Barça de Tito mejora al de Guardiola, mientras que el Madrid de Mou se derrite

Fuente: teinteresa.es

Posiblemente ninguna de las 82 ediciones anteriores de la Liga de fútbol española haya tenido antes un ganador tan evidente como la actual, en la que el Barcelona se alza como virtual campeón transcurrido poco más del primer tercio de la campaña. Y esto es así no solo porque el equipo azulgrana aventaje en nueve puntos al Atlético de Madrid y en trece al Real Madrid, sino porque la diferencia existente entre el fútbol que practica la plantilla que dirige Tito Vilanova y el del resto de participantes es abismal. Las estadísticas demuestran que tan amplio margen entre culés y merengues nunca ha sido remontado, y aunque las matemáticas inducen a pensar que todavía quedan muchos puntos en juego, nada menos que 66, la sensatez y la experiencia animan a pronosticar que el Barça va a sumar su vigesimosegundo título de Liga.
La superioridad de este Barcelona es tal que seguiría siendo campeón jugando todos los partidos restantes con un hombre menos. Antes de iniciarse el campeonato, la gent blaugrana no las tenía todas consigo. El Madrid más efectivo de la historia había acabado con su supremacía del último lustro y la marcha de Pep Guardiola había sembrado dudas en el club y en la afición. Pero la sensatez del sustituto gerundense, segundo del barcelonés durante la exitosa etapa azulgrana, le ha valido para arrancar de cuajo las inquietudes de sus seguidores. Vilanova ha sabido darle continuidad a todo aquello que había situado al Barça en lo más alto del fútbol mundial, y aunque le ha restado algo de glamour, su efectividad es, incluso, superior a la de campañas anteriores. Es más, el joven técnico ha manejado con acierto algunos nubarrones que asomaban en lontananza, léase los casos de Villa y Alves. Y esta conjunción de circunstancias le han valido al plantel culé para protagonizar el mejor arranque del campeonato de la historia, con 15 victorias y un empate en las 16 primeras jornadas.

El Barça de Tito mejora al de Guardiola, mientras que el Madrid de Mou se derrite

Fuente: el mundo.es

En un primer momento, parecía que la inestabilidad defensiva de los pupilos de Vilanova podía quebrantar la estabilidad del fútbol de filigrana que diseñan Xavi e Iniesta. Pero el poderío anotador de Messi, que parece adscrito a los dos tantos por choque, es tan avasallador que ningún rival es capaz de hacerles la más mínima sombra. La sincronización de los integrantes de la banda azulgrana es tan perfecta que da igual quien entre a formar parte del grupo, pues no solo no desentona, sino que la inercia lleva a sacar lo mejor del recién llegado. Además, como siempre pasa cuando un equipo es tan abrumadoramente superior, la suerte y los árbitros están a su favor, circunstancia que no empaña lo más mínimo el mérito del plantel catalán.
Y aunque ningún miembro del virtual campeón lo quiera reconocer, son conscientes de que su eterno rival ha bajado los brazos en señal de rendición. Incluso, la bestia negra del barcelonismo, José Mourinho, en un inesperado signo de sumisión, ha dado por perdida la Liga, puesto que sus pupilos han realizado uno de los peores arranques de su historia, hasta el punto de que en lo que va de temporada han perdido más partidos que en toda la anterior. Al contrario que su altero ego barcelonista, los blancos llegaban al actual campeonato crecidos por la fantástica Liga obtenida en el curso precedente. Además, el preparador luso se caracteriza por mejorar el rendimiento de sus equipos el tercer año en el que está al mando. Pero nada más lejos de la realidad en esta ocasión. La excesiva tensión que imprime en la manera de gestionar sus plantillas ha creado un abismo con parte de su plantel que parece tener una solución muy complicada. La falta de unión en el equipo blanco es tan flagrante que imposibilita la obtención de cualquier objetivo común.

El Barça de Tito mejora al de Guardiola, mientras que el Madrid de Mou se derrite

Fuente: futbolargentino.com

De ahí, que la única tabla de salvación que le que al Madrid está temporada pasa por la Champion. La obtención de la décima Copa de Europa convertiría un vislumbrado fracaso colectivo en un éxito de difícil repetición. Es el único objetivo que les salvaría del infierno y mantendría en el currículum del técnico portugués su aura de ganador, pues la Copa del Rey no sería suficiente esta temporada. Pero los augurios tampoco parecen estar bendecidos en esta competición, puesto que el inesperado segundo puesto en la fase de grupos va a dificultar todavía más este leit motiv madridista. Aunque les queda el consuelo de que en las tres últimas Champions en color conseguidas por los blancos, sus respectivas actuaciones en los campeonatos nacionales dejaron mucho que desear. Si bien, bastante tendrán que mejorar su fútbol y su sentido colectivo de equipo si quieren mantener su prestigio en la cima.
Y para ser justo, es necesario dedicar también un espacio al Atlético de Madrid, un equipo que, con Simeone, ha sido capaz de recuperar lo mejor de sus idiosincrasia, al conseguir un plantel rocoso, serio y entregado, diseñado a fiel imagen del técnico argentino. Además, cuenta con Falcao, un delantero de los de verdad, con el olfato goleador de los grandes depredadores del área, que lleva a los suyos en volandas y les ofrece un motivo para rendir al máximo. Este atlético no es, hoy por hoy, una alternativa al poderío del Barcelona, ni si quiera al del Real Madrid, aunque esta temporada puede terminar el campeonato por encima de su eterno rival, principalmente por deméritos de los blancos. Y esta circunstancia sería de alabar para un club rojiblanco más dado al sufrimiento durante la última década que a compartir alegrías. Este año los del Manzanares pueden perder, pero dan la cara y obligan al rival a dar el máximo para reducir sus ímpetus, salvo ante el Real Madrid. Pero ese es un problema psicológico que habrá que tratar en otra sesión.  

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