Generalmente, los descansos y parates suelen ser peligrosos para los equipos. Si bien siempre es bienvenida la posibilidad de frenar un poco la intensa vorágine que propone el fútbol profesional, puede llegar a ser un arma de doble filo y ayer habíamos tenido la muestra perfecta: Luego de la pausa por las fiestas, el Real Madrid sufrió más de la cuenta ante el Málaga y terminó llevándose un resultado que no lo deja muy cómodo de cara a la vuelta.
Pero una vez más, el Barcelona se encargó de demostrar porque es la excepción a todas las reglas. Lejos de verse perjudicado por las mini vacaciones, salió con más hambre que nunca y pasó por arriba a un triste Osasuna. Con dobletes de Fábregas y Messi, se impuso 4-0 y sentenció la serie. La revancha, a la cual será difícil encontrarle algún atractivo, será la semana que viene.
Cuando ya parecía completamente imposible que el Barça nos sorprendiera, esta temporada Pep Guardiola le ha añadido a su equipo un condimento más que interesante. Por más que algunos aún no lo noten, el mejor equipo de la historia va camino a desterrar otro de los grandes mitos que rodean el fútbol: la línea de 3 y la supuesta fragilidad de la misma. Lejos de perder equilibrio, la línea de 3 stoppers parece darle aún más seguridad al conjunto blaugrana. Con un Puyol rejuvenecido y un Piqué cada vez más afianzado en el lugar de mejor central del mundo, el tercer nombre parece no importar. Sea Mascherano o Abidal, ambos rinden al máximo de sus posibilidades. Hoy le tocó al argentino, y cumplió con creces. ¿Lo habrá visto Sabella?
Ya es hora de olvidarse del 4-3-3 que tantos éxitos le dio al Barcelona. Hay un nuevo sistema y su principal característica es que resulta imposible darle un nombre con números. Algunos lo dirán que es un 3-4-3 mientras que otros se quedarán con el 3-5-2, pero quizás lo más adecuado sea pasar a llamarlo simplemente como el sistema Barcelona.
Ese número, que flota entre el mediocampo y la delantera, es el famoso falso nueve, principal protagonista de los partidos del equipo catalán. Hoy, por ejemplo, los dos jugadores que tomaron esa posición terminaron siendo los dos goleadores de la noche. El primero, Fábregas, es el caso más sorprendente de esta novedosa posición. Mediocentro por naturaleza, desde que llegó al Barça adoptó este nuevo puesto y se desempeña en el mismo como si hubiera jugado de esta forma durante toda su vida. Su misión consiste en entrar y salir del área cuando nadie se lo espera, y realiza tan bien esta tarea que tiene el promedio de gol más alto de su carrera.
El segundo, Messi, merece un párrafo aparte. Su movimiento táctico es más conocido y ya suele sorprender menos, lo que realmente sorprendió en el día de hoy fue su aparición en la cancha. Luego de estar descartado durante todo el día por una gripe, entró al banco sobre la hora y tuvo su media hora en cancha. Fue más que suficiente para él: convirtió 2 veces y estuvo a punto de hacerlo en dos oportunidades más. Cada vez que esto ocurre Guardiola recibe críticas por arriesgar a su mejor jugador, pero lo cierto es que los resultados lo avalan. Sean 20 o 30 minutos, Messi siempre se hace notar.
Tal como había dicho su técnico entre semana, hoy el Osasuna vio con sus propios ojos cuán imposible es ganarle una eliminatoria al Barcelona. Si bien no sufrió una goleada tan dura como la que recibió en la liga, se mostró entregado desde el primer minuto. Su buena intención de presionar arriba no tuvo recompensa alguna. Aunque no estaba Valdés, figura clave en la salida blaugrana, Pinto cumplió su tarea a la perfección. Por suerte, el error en el primer minuto del Clásico no modificó en nada a las intenciones de los hombres de Guardiola.
En cuanto a la Copa del Rey, ahora sólo queda esperar el resultado del segundo partido entre el Málaga y el Real Madrid. De cumplirse la lógica, tendremos dos clásicos para calentar el comienzo de año. El 18 de Enero y el 25 del mismo mes se empiezan a preparar para quedar en la historia. A disfrutar.