Una diferencia entre los grandes equipos del resto, es que los grandes (hablamos de talento y no de historia) no sólo ganan los partidos decisivos, sino que además lo hacen con una suficiencia tan notoria como el resultado en sí. Eso fue lo que hizo el Barcelona ante el Getafe, al que goleó 4 a 0, para ponerse a un punto de un Real Madrid que esta tarde buscará recuperar la ventaja en el Derby madrileño ante el Atlético.
Ante el humilde equipo de Madrid los de Pep Guardiola comenzaron a resolver todo desde el inicio con un artícipe que desde que llegó no le dejó de dar satisfacciones al entrenador: Alexis Sánchez. El chileno siempre es el ‘sacrificado’ que tira las diagonales invisibles y se faja con los defensores rivales para que Messi y compañía tengan más espacio para desequilibrar. Esta vez el Niño Maravilla fue clave para anotarse en el marcador por duplicado y guiar al resto a una victoria clave.
Ya con el resultado a su favor, pero con un equipo que no se salía de su libreto híper conservador, el local sentenció la historia con un golazo de Messi (¿cuándo no?), quien tras una gran pared con Iniesta fusiló al arquero de Getafe. Luego llegaron el otro de Alexis y el de Pedro para poner al Barcelona a un punto del Real Madrid de Mourinho, que hasta poco tenía la Liga ganada. ¿Le costará seguirle el ritmo a los Merengues? Mañana ante el equipo del Cholo tendrán la gran prueba