Llego a esta conclusión al descubrir lo que ocurría cada noche en la cochambrosa taberna “La Mina”(Arc del Teatre, 63). Hoy en día no queda nada de ese local (en su lugar hay un edificio de oficinas de la Seguridad Social) pero en los primeros años del siglo XX allí se juntaban los más miserables de la ciudad. Eran tan miserables que hasta podían quedarse a dormir. No en una cama sino sentados en los mismos bancos donde de día se servía comida y bebida.
Interior de la taberna "La Mina" (1913) fotografiada por Frederic Balell
Paco Villar cita en su libro a Max Bembo, autor de “La mala vida en Barcelona” (1912), donde describe ese tugurio como “ese foco inmundo que se llama La Mina” y alerta de las veces que en su interior se planearon robos y violaciones.Pero volviendo al tema del dormir en “La Mina” debo decir que, cada día al anochecer, se arrimaban los bancos a la pared para que la gente pudiera sentarse en ellos y pasar la noche. Luego se tendía una cuerda a su alrededor para evitar que, una vez dormidas, pudieran caerse al suelo. El despertar al día siguiente era brusco, con los empleados del local soltando la cuerda y dejando caer los cuerpos de los pobres usuarios.
Esto mismo que acabo de explicar aparece en la espléndida “From Hell” de Allan Moore y Eddie Campbell. Novela gráficaque relata la historia de los crímenes de Jack el Destripador y que describe a la perfección cómo era la vida en el Londres victoriano de finales del siglo XIX. Concretamente, en las viñetas siguientes se aprecia a Polly Nicholls (primera víctima del Destripador) recurrir a la forma más barata de alojamiento que existía en esa época.
Pero esta no es la única coincidencia entre los dos barrios sino que hay muchas más. Por poner algunos ejemplos, locales del Chino como la misma taberna “La Mina” o “La Magdalena” (en la calle Cid) tendrían sus equivalentes londinenses en “The Britannia” (el lugar de reunión de las prostitutas de la zona de Whitechapel) y The Ten bells”. Ambas situadas a escasos metros de distancia una de la otra. Sobre ellas se explica, en el apéndice de “From Hell”, que contribuyeron con coronas funerarias en el entierro de Marie Kelly.
Conversación entre Marie Kelly y Elizabeth Stride en el interior del "Britannia"
Vista exterior de la otra taberna a la que acudían las prostitutas
También, los patios oscuros y callejones siniestros donde las prostitutas ejercían su oficio eran muy parecidos en Londres y Barcelona. Tanto en una como en otra ciudad esas mujeres se jugaban la vida a diario. De hecho, así acabaron las víctima de Jack el Destripador y de algún que otro loco en Barcelona. Aunque, según la teoría de Allan Moore y Eddie Campbell en “From Hell”, los motivos por los que el Destripador mataba y descuartizaba a sus víctimas serían muy distintos a las razones de cualquier asesino de mi ciudad.En Barcelona las prostitutas perdían la vida a manos de sus clientes más a menudo de lo que una se podría imaginar. Según cuenta Paco Villar en su libro, Trinidad Blasco (de 29 años de edad y empleada del burdel de la calle Cid, 5), en 1907 moría apuñalada por Diego Maján tras una discusión y así es como acabaron muchas más.
Primer asesinato de Jack el Destripador
También hay similitudes entre los dos barrios por la gran cantidad de pensiones que cobijaban a los más pobres de la ciudad, como bien describe la siguiente escena protagonizada por el inspector de Scotland Yard encargado de investigar las muertes de Whitechapel.En el Chino, además de pensiones, había albergues nocturnos y las llamadas “casas de dormir”, que abrían por la tarde y cerraban a las 9 en punto de la mañana siguiente. En la calle Cid se hallaba el Albergue nocturno municipal que luego se transformó en una “casa de dormir” con aforo para 150 personas.
La casa de dormir, que antes fue el Albergue nocturno municipal, sobre 1932. SAGARRA
Antes de terminar debo decir que, si me he dado cuenta de todas estas similitudes entre el Chino y Whitechapel ha sido gracias al libro de Paco Villar. Leí “From Hell” hace ya algunos años y, aunque me encantó, no caí en lo que he visto en esta segunda lectura que me ha hecho disfrutar el doble. Por eso mi recomendación es leer ambos libros simultáneamente o bien uno tras otro sin dejar mucho tiempo entre ellos. Ya verán, ya…