Shameless es una serie a la que tengo, desde el principio, mucho cariño. No es una de mis series favoritas ni de las mejores que he visto, pero sí tiene una fuerza única, especial, que la convierte en un producto más que digno: la infravalorada Emmy Rossum (¿para cuándo un Emmy para ella?) y su personaje, Fiona Gallagher, siempre han mantenido robusto el espíritu de Shameless, incluso en sus horas más bajas. Es por eso que esta sexta temporada, tan pobremente escrita, habría podido salvarse si al menos Fiona hubiese tenido un mejor y mayor protagonismo; y, sin embargo, esos minutos que tanto pedía Fiona a gritos han ido a recaer en su novio, que ha sido un lastre para ella. Pero vayamos por partes y repasemos lo que ha dado de sí esta temporada de Shameless... ¡con spoilers!
Cuando echo la vista atrás y pienso en lo que ha sido esta temporada, me sorprendo al comprobar que la mayoría de las tramas han sido, en verdad, bastante tontas, siendo olvidadas rápidamente y reemplazadas por otras a los pocos episodios; la continuidad ha sido, en términos generales, pésima. Porque lo cierto es que Shameless ha seguido tan gamberra como siempre, con sus dosis semanales de sexo y locuras, pero la poca inteligencia con que han sido escritas estas situaciones ha pesado mucho en su credibilidad.
Madre voluntaria a los 15 años y otros WTFs de la temporada
Me espanta mucho pensar en lo que han hecho con Debbie. ¿De verdad que no se les pudo haber ocurrido nada mejor para la chiquilla? Ha habido momentos muy divertidos con esta trama (porque es difícil no divertirse con Shameless), pero todo su arco general, a la hora de la verdad, ha sido absolutamente inexcusable: es el mayor despropósito que he visto en mucho tiempo. Porque sí, la chica se emocionó al echarse su primer novio, y eso es algo completamente natural. Lo entendemos, vale. Pero lo que pasa de castaño a oscuro es que decida quedarse embarazada voluntariamente para "formar su propia familia" porque "nadie le hace caso". ¿Hola? Tienes quince años. QUINCE putos años. ¿Dónde está la Debbie inteligente de las primeras temporadas? ¿Qué han hecho con su personaje los sádicos de los guionistas?
Mi tierno corazón siendo pisoteado cruelmente en esta escena
La trama de Ian ha sido correcta, aceptable, aunque perder el Gallavich ha pesado demasiado en mi corazón de fanboy. Que no digo que su nuevo novio esté mal (de hecho, ha sido moderadamente interesante ver a Ian en una relación "saludable"), pero ya fue bastante malo perder a la enorme Sheila. Que ahora se vaya también Mickey ha sido otro golpe muy duro para Shameless. La trama de Ian por sí sola no ha tenido la suficiente fuerza, y su personaje no ha logrado brillar esta temporada.
Con quienes mejor me lo he pasado ha sido con Carl y Lip. El pequeño gamberro Gallagher nos dio grandes momentos con su trama de "volverse negro", y llegó a ser tan hilarante que hasta les perdono el patetismo que subyacía en toda esa historia. Pero no todo fueron risas. El momento en que su amigo perturbado asesina al chico que le robó la bicicleta fue, para mi gusto, la cumbre de la temporada: esos momentos fueron emocionantes, desgarradores, sinceros; Shameless en estado puro. Lip, por otra parte, también ha vivido una historia jugosa con su profesora. ¿Cuál es el problema con ellos, entonces? Que tanto uno como el otro acabaron la temporada muy mal, degenerando: Lip, siendo un borracho y haciendo estupideces que carecían de interés -la profesora siempre fue honesta con él, no entiendo a qué vino tanto drama-, y Carl, viviendo una trama cuñadísima y machista con el padre sobreprotector de su novia.
Y Fiona. ¿Qué decir de Fiona? La he echado mucho de menos. Su "viaje" esta temporada ha estado centrado en torno a los hombres. Primero, se reencontró fugazmente con Steve para volver a rechazar un viaje junto a él y decidir que, después de todo, él no es el hombre que necesita en su vida. Y esa ha sido, de hecho, una decisión bastante lógica, aunque reconozco que he extrañado el fuego que Steve echaba a las tramas de Shameless. Entre medias, Fiona tuvo un aborto. Fue una escena intensa, dolorosa -gracias al talento de Emmy Rossum-, pero esta trama luego fue olvidada. Como tantas otras. Entonces pasamos a centrarnos en el novio yonqui de Fiona, que ha anulado su protagonismo por completo. Si había que salvar a Carl de los pandilleros, ahí estaba él. Y si ahí estaba Frank, el noviete también estaba para enfrentarle. Lo que me hace preguntarme... ¿qué interés tuvo esa batalla de machotes? ¿Por qué no exploraron la relación de Fiona y su padre en lugar de esa?
De Frank mejor ni hablar. Esta temporada ha estado tan perdido, saltando de trama en trama sin ningún orden, que estoy literalmente sin palabras. Sigo sin entender cómo una simple disputa le llevó a intentar encargar un sicario para asesinar al prometido de su hija, y qué necesidad había de irrumpir en su boda para arruinarla. Eres un capullo, ya lo sabemos, pero al menos ten un trasfondo un poco coherente. Colarse en casa para mear unas botas, más que "gamberro", es patético a estas alturas. La de Frank Gallagher ha sido una involución en toda regla y, desde luego, no merece que su nieta lleve su nombre. Pero como no sabemos qué se ha fumado Debbie esta temporada, habrá que perdonarle eso también.
La sexta temporada de nuestra adorada Shameless ha sido, en definitiva, un quiero y no puedo. Un batacazo en toda regla que ha dejado en el tintero tramas que parecía que iban a tener interés, como la llegada de los niños refugiados de guerra a casa de Kev y Veronica, o el regreso (fugaz) de Mandy, que quedó en nada. Ha pasado un poco de todo, pero en realidad ninguna trama ha sido consistente a largo plazo. De forma que habrá que quedarse con los puntazos aislados que ha tenido la temporada (épico ese #AbortionRules), y confiar en que la séptima temporada esté mucho mejor planteada. Y que incluya más feminismo, por cierto, porque es bastante problemático que las tramas de las dos hermanas Gallagher hayan sido, básicamente, bebés, novios y organizar una boda. Lo bueno es que esa escena final, con Fiona cancelando su boda, vuelve a dejarla en el punto de partida; lo cual nos brinda nuevas y esperanzadoras posibilidades de cara a sus tramas futuras.
Ahora solo queda esperar, como digo, que la próxima temporada los guionistas hagan mejor su trabajo, y nos vuelvan a devolver la Shameless auténtica, emocionante e inteligente que tanto nos gusta.
Isidro López (@Drolope)