El bello sergio (1958), de claude chabrol.

El bello Sergio comienza con el regreso de un joven a su pueblo después de haber pasado muchos años en la ciudad. Allí encontrará un ambiente un poco asfixiante y al que fue su mejor amigo convertido en un alcohólico que trata mal a su mujer. La vida pueblerina es presentada aquí de manera un tanto salvaje, pero el protagonista es un hombre que se compromete a sacar a Sergio del pozo en el que se encuentra en nombre de su antigua amistad. Frente a otras visiones, la vida pueblerina aquí no se encuentra idealizada, sino que parece que la cultura adquirida en la gran urbe es superior en confrontación a la cerrazón de los habitantes de un lugar en el que se han enquistado conflictos que solo pueden ser resueltos con la llegada de un factor externo. En este sentido, El bello Sergio tiene también mucho de antropológico, pues ofrece al espectador una completa muestra de lo que es la vida rural, de lo aislada, aburrida y absurda que puede llegar a ser. La película de Chabrol, la primera del cineasta, es una especie de precedente de la nouvelle vague, aunque todavía con más elementos del cine clásico que innovadores. 

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