A pesar de estar de vacaciones y de que en un rato cojo el coche para ir a Logroño a pasar el día (¡y ver por fin la última de Star Wars, yey!), sigue siendo lunes y toca publicar una nueva reseña. Hoy cambiamos de registro y os voy a hablar de una novela romántica con rasgos mágicos y que, a priori, pintaba estupendamente bien, pero que me decepcionó cuando la leí. Me refiero a El beso secreto de la oscuridad de Christina Courtenay, que tiene la siguiente sinopsis:
Kayla Sinclair tiene la vida prácticamente organizada, pues tiene un trabajo que le gusta, un prometido con el que va a casarse en breve. Todo es normal, hasta que recibe inesperadamente una cantidad de dinero gracias a una herencia y decide invertirla en una obra de arte. Es así como encuentra el retrato a tamaño natural de un atractivo hombre que vivió en el siglo XIX. No es un cuadro famoso, ni representa a nadie conocido, pero Kayla sabe que tiene que hacerse con él y no duda en arruinarse para comprarlo en una subasta.
En realidad, Kayla sabe que se ha metido en un buen lío, que su prometido va a poner el grito en el cielo y que su comportamiento no es lo que se dice normal, pero no puede evitar estar un poco obsesionada con el cuadro. Y todo se complica aún más cuando el cuadro comienza a hablarle en sueños para pedirle que encuentre otro retrato, el de una mujer a la que el hombre del cuadro amó en su día.
El hombre del cuadro es Jago Kerswell un contrabandista y tabernero que se enamoró de lady Eliza Marcombe, una mujer de clase alta que, para complicarlo todo aún más, es la mujer del hermanastro de Jago y heredero del título de lord Marcombe. Jago sabe que la relación con Eliza entraña sus peligros, pero ambos están dispuestos a hacer lo que sea para estar juntos... y en el presente eso conlleva una maldición gitana y que Kayla tenga que buscar el retrato de Eliza para reunirlos, algo que la llevará hasta Marcombe Hall y su actual dueño, el atractivo Wes.
Como podéis ver El beso secreto de la oscuridad maneja dos líneas temporales, cada una protagonizada por una pareja diferente, aunque relacionada. Por un lado, tenemos la trama en el siglo XIX con Jago y Eliza viviendo un amor clandestino; por el otro, a Kayla en el presente que no sólo intenta reunir los cuadros, sino que acaba conociendo al amor de su vida, Wes.
Ya sé que he soltado algunos spoilers, pero son tan clichés del género que ni siquiera los considero tal. A poco que se haya leído novela romántica o visto una comedia romántica, se sabe que el prometido capullo no va a durar mucho.
Y es que El beso secreto de la oscuridad está lleno de clichés, algo que por lo general no me importa. Cuando lees ciertos géneros, ya sabes a lo que te enfrentas y en las historias románticas hasta se agradece que siempre se cumplan una serie de normas. Sin embargo, también creo que para perdonar esa falta de clichés la historia tiene que tener algo, ese encanto, que en esta novela no se ve por ningún lado.
En realidad, mientras leía El beso secreto de la oscuridad me daba la sensación de ser una novela muy artificial, como cuadriculada y muy forzada. Quizás se deba a que Christina Courtenay no tiene una gran narrativa, sobre todo en lo referido a los diálogos, pero me resultó artificial, muy difícil de creer y no precisamente porque haya maldiciones gitanas y cuadros parlantes por el medio. Los personajes, las relaciones entre ellos, los diálogos... todo es como muy forzado, muy poco natural.
Tampoco ayudó que la edición de Libros de seda tuviera bastantes erratas y una traducción bastante mala y eso que yo no he leído la versión original, ni he estudiado traducción. Pero había expresiones que estaban traducidas de forma literal, por lo que o bien no tenían sentido o bien hacían que me sangraran los ojos porque no se utilizan así en español. Entre eso y que la novela no es que me apasionara, no lograba meterme de lleno en la historia, me resultaba muy sencillo distraerme y, de hecho, me costó leerla mucho más de lo habitual.
No es que sea un espanto, ni que esté mal escrita, pero tampoco es un gran trabajo. Que se puede leer, vamos, pero no es algo que recomendaría. Y es curioso porque el género en sí me gusta mucho. De hecho, a priori El beso secreto de la oscuridad es una novela que me tendría que encantar, pero fue más una decepción que otra cosa.
Es cierto que tiene aspectos positivos, no todo es malo, ya que, por ejemplo, tiene una buena protagonista. La verdad es que la parte del pasado me pareció mal planteada desde el principio (Jago y Eliza se ven por primera vez en una escena bastante forzada y ya se aman con locura, por lo que te quedas: ... pues vale), pero la del presente me convenció más. Quizás se debe a que, además de la historia de amor, la autora se dedica a desarrollar a su protagonista. Quiero decir, Kayla no se limita a ser la chica de la pareja, sino que tiene una evolución y una historia más interesante: pasa de tener todos los aspectos de su vida definidos a darse cuenta de que no es lo que quiere y tener que encontrarse a sí misma.
Hasta la historia de amor está mejor contada, ya que Kayla y Wes pasan tiempo juntos antes de empezar a sentir algo serio por el otro, más allá de la atracción inicial. Eso sí, la parte del presente podría pasar directamente por una telenovela de esas de toda la vida, pero es hasta lo mejor, sobre todo con la ex mujer de Wes, que está como una puta cabra.
Por lo demás, pues tampoco hay demasiado que comentar, ya que la galería de personajes es bastante sosa y son todos como que muy arquetípicos: la mejor amiga, el hermano con problemas, el prometido gilipollas... Muy típico de comedia romántica, vamos.
La historia en sí queda perfectamente cerrada, así que El beso secreto de la oscuridad puede contar como novela auto-conclusiva, aunque sé que hay otra parte centrada en la mejor amiga de Kayla e, imagino, el hermano de Wes. La verdad es que no tengo muchas ganas de leerla, ya que, aunque El beso secreto de la oscuridad, no es el horror hecho libro, tiene muchos más defectos que virtudes y me ha dejado muy, muy fría, algo que una novela romántica no debería hacer.
El próximo lunes literario estará dedicado a... Cazadores de sombras. Las crónicas de Magnus Bane de Cassandra Clare, Sarah Rees Brennan y Maureen Johnson.