Revista Arte
El blanco es un color acromático, máxima cantidad de luz y total ausencia de oscuridad. El término negro procede del latín blancus, que significa blanco, y del griego leucos cuyo lexema nos da palabras como leucocitos (glóbulos blancos).
El blanco en pintura nos da una serie de distintas gradaciones que llamamos blanquecinas. Como los demás pigmentos, también los pigmentos blancos deben tener ciertos requisitos: deben proceder de polvos finos y suaves; deben resistir a la luz sin cambiar su color; deben poseer el justo grado de opacidad o transparencia con respecto a su naturaleza; no deben ser tóxicos o ejercer acciones químicas contraproducentes. Entre los pigmentos blancos encontramos:
el Blanco de Plomo o Albayalde - ya no se usa por su toxicidad el Blanco de Cinc el Blanco de Titanio la Creta Blanca o Tiza la Cal Blanca o Blanco de San Juanel Blanco Madreperla - que se extrae del Nácar y se utiliza en particular en Japón
un dato curioso: el blanco se asocia a la pureza, a la limpieza y a la paz. Por esta razón es uno de los colores litúrgicos más importantes del mundo occidental (vestimenta papal, traje de matrimonio, traje de comunión). Sin embargo en China y en India es el color del luto y de la muerte, cosa que no sorprende ya que también en nuestra cultura se asocia a los fantasmas. Es el color favorito de los diseñadores de interiores minimalistas y aquí en España este color se asocia al movimiento luminista y en particular a Joaquín Sorolla, que hacía del blanco un verdadero poema pintado.
Un saludo
Chema Senra
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