El bolso o la vida

Si en algo están de acuerdo todos los que escriben, hablan o fotografían sobre moda es en la importancia de los complementos. No seré yo la que contradiga a tanto gurú fashion como hay por ahí. A los expertos hay que respetarlos que para eso emplean su tiempo y sus energías en contarnos las tendencias.

Luego están las preferencias de cada una, si hiciéramos una encuesta probablemente ganarían los zapatos como el complemento preferido de la gran mayoría (el efecto Carrie Bradshaw) pero en mi caso el complemento ganador serían los bolsos. Adoro los bolsos, todos, de todos los tamaños, colores y utilidad. Desde los bolsos de fiesta a los bolsones enormes para llevar un montón de cosas que nunca encuentras. Si alguien me quiere hacer un regalo ya sabe que con un bolso siempre acierta.

Hay bolsos que enamoran, bolsos que te acompañan durante mucho tiempo porque son cómodos y te sirven para todo, bolsos que sólo usas una o dos veces pero que guardas como reliquias, bolsos para ir a la playa, bolsos incómodos, muchos bolsos.

Podría haber sido de esas personas que tienen un bolso lo llevan todo ahí y ya está, cuando vas a salir coges el bolso y a la calle. Pero no, tengo que cambiar de bolso según la vestimenta, y eso conlleva un trajín enorme, porque en el bolso llevas de todo y cada día sacar y meter todos los artilugios lleva su tiempo, pero lo hago. Incluso compré en Primark una cosa que es como un bolsito pequeño que metes dentro del bolso con todas las cosas y es lo único que cambias, pero no me sirvió porque no en todos los bolsos cabe y además siempre acabas dejando cosas fuera.

Mucho peor el remedio que la enfermedad

Siempre acabo teniendo un bolso favorito por temporada, negro o camel, pero necesito cambiar, no aguanto mucho, la verdad. Afortunadamente existen los bolsos low cost y son los mejores porque no os puedo engañar, me gustan los bolsos pero soy un desastre: los dejo en cualquier parte, los arrastro, en fin… que acaban destrozados. Así que mejor tener bolsos baratos y en variedad. De todos los colores, de todas las formas, aunque lo importante es que se puedan colgar bien y que no moleste al andar con él.

Claro que me gustaría que todos mis bolsos fueran buenos, de piel, de diseños espectaculares, no sé de esos de las revistas pero no puede ser y por eso hay que adaptarse, que luego nos dicen que vivimos por encima de nuestras posibilidades y eso no. Os voy a poner una foto del bolso de mis sueños: El Birkin de Hermés en color camel. Hay lista de espera y creo que tendría que vender mi casa para tenerlo, así que se queda en mis sueños. Es perfecto. Y no quiero imitaciones, quiero el original, pero claro también quiero una casa en Liverpool, un barco de vela…. Hay que hacer más primitiva.

Victoria Beckham lleva mi bolso. No hay fotos del original de ahí que ponga esta imagen. El suyo es original seguro.

El problema que me plantea el tener bastantes bolsos es el almacenamiento. No hay forma de tenerlos todos guardados en condiciones y al final acaban amontonados. El otro día vi en Twitter una foto del vestidor de Kate Moss y estaban todos los bolsos apiñados, me tranquilizó, no soy la única y eso que tengo mucho menos sitio que ella.

Los bolsos de Kate Moss

Es que es muy difícil guardarlos con orden cuando se tienen muchos y de distintos tamaños, cada temporada invento algún sistema nuevo que acaba fallando, ni siquiera Ikea ha inventado una solución a mi problema. Espero encontrarla algún día, si se os ocurre algo decírmelo por favor.

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