Ya tenemos aquí el buen tiempo; los rayos de sol empiezan a calentar y comenzamos a quitarnos algunas capas de ropa. A la vez que nos quitamos ropa, también asoman los "michelines" y los excesos cometidos en este invierno.
¿Comienzan a aparecer?. No. Ya estaban allí, pero ocultos por kilos de ropa y por abrigos amplios, y mientras no se veían, pues tranquilos... pero ahora, a la mayoría de personas, les corre prisa por quitarse esos kilillos que les sobran. Y sobre todo quieren perder ese peso de forma rápida y sin esfuerzo para poder volver a ponerse el bikini del año pasado o los pantalones que le sentaban tan bien.
Pero.. ¡¡Atención!! es ahí, donde comienzan los errores que mucha gente comete.
Hay que tener mucho cuidado con las dietas en las que anuncian que puedes perder kilos rápidamente. En un anterior post ya comenté como identificar las dietas fraudulentas. Además las dietas rápidas o de efecto yo-yo, son peligrosas para la salud. No existen las dietas milagrosas, todas, absolutamente todas, tienen un efecto rebote. Estas dietas tan famosas para la "operación bikini" te hacen perder, sí, pero cuando las dejas vuelves a ganar lo perdido, más algún otro kilo más. El cuerpo es muy sabio y cuando nota que hay restricciones alimenticias, se prepara para guardar bien (en las cartucheras, cintura o barriga) las grasas que se ingieren una vez terminada la dieta y vuelves a comer como antes.
La obesidad es perjudicial para nuestro organismo, pero tampoco las fluctuaciones de peso continuas o la falta de algunos nutrientes son situaciones recomendables para la salud
Si las personas que están sanas tienen que tener mucho cuidado con este tipo de dietas, las personas con insuficiencia renal tienen que evitar a toda costa hacer régimen sin un estricto control del médico. Sobre todo los trasplantados, ya que somos los que más cantidad de peso podemos ganar, debido a que podemos comer un dieta normal y que al encontrarnos bien tenemos más apetito.
Lo mejor, y no me cansaré de repetirlo, es comer una dieta equilibrada, y comer acorde a las calorías que gastemos durante todo el día. El ejercicio ayuda a tonificar y fortalecer, con lo que se reducen centímetros y el cuerpo se ve mucho más esbelto.
Tampoco es cuestión de negarnos algún que otro capricho, pero siempre con moderación y compensándolo en la siguiente comida. Los verdaderos entendidos en nutrición saben que lo único que de verdad funciona y no roba la salud es comer de todo y no abusar de nada.
Por eso, lo que se debe hacer es aprender a comer, y no sólo cuando llega el buen tiempo, sino durante todo el año, y poco a poco vuestro cuerpo os lo agradecerá, porque además de no ganar peso y mantener una figura estilizada, ganaréis en salud.