El Parlamento alemán (Bundestag) aprobó hoy una tasa bancaria, así como una hoja de ruta, para actuar en caso de que los grandes bancos sufran problemas de financiación y limitaciones para los salarios y primas de los ejecutivos bancarios.
El proyecto de ley aprobado por la Cámara baja alemana, que incluye igualmente un nuevo proceso de insolvencia bancaria, tiene como fin facilitar y agilizar el saneamiento de las entidades que se vean sumergidas en dificultades financieras.
La nueva tasa que deberán abonar todos institutos financieros, a excepción de algunos bancos de fomento y el banco de pensiones agrícolas, posibilitará la creación de un fondo de hasta 70.000 millones de euros para hacer frente a eventuales riesgos de quiebra.
La ley incluye también un apartado que limita a 500.000 euros el salario anual de los empleados, también los altos ejecutivos, de los institutos que necesiten de apoyo estatal para su saneamiento.
En aquellos institutos financieros en los que el estado participe con un 75% o más de su capital no se abonará prima o bonificación alguna a sus empleados.
Los analistas estiman que este proyecto de ley se convertirá en un instrumento de garantía para el mundo bancario, que hasta el momento confiaba en que los estados nunca les dejarían caer en la bancarrota por su propia seguridad.
La tasa bancaria aprobada ahora por Alemania está también en estudio en la Unión Europea (UE).
El pago de la tasa dependerá del volumen de negocio de las entidades, así como de los tentáculos que el banco tenga extendidos a través de las redes financieras.
Según el Gobierno alemán, el fondo contará con unos ingresos anuales de 1.300 millones de euros. Sólo en 2006, el año antes de la crisis, las entidades bancarias sumaron unos beneficios de 1.300 millones de euros.
La mayor parte de las aportaciones vendrá de grandes entidades como Deutsche Bank o el Commerzbank.
(fuente:efe)