Antes de hacer mi maleta y desaparecer unos cuantos días de la ciudad, no pude resistirme a pasar por el cine y ver por fin (después de meses de espera) la última entrega de este nuevo Batman del siglo XXI.
El cine norteamericano ha sabido desmontar, en alguna que otra ocasión, la máxima de que segundas partes nunca fueron buenas. Creo que la primera vez que pensé en ello fue con "Terminator II", y sin duda lo pensaba con "El caballero oscuro" de Nolan, así que, como supongo le ocurriría a la mayoría de los que se congregaron en el bendito cine con aire acondicionado, temía que la segunda película de esta nueva era Batman fuera cuanto menos insuperable. Y no está mal ir con ese pensamiento, porque en realidad no hay nada que la supere.
"La leyenda renace" es en realidad una película conclusiva hasta que a Christopher Nolan le dé la gana, que reúne todo el universo que nos pone los pelos de punta y aumenta nuestra pulsaciones. Respirad tranquilos los que todavía no la habéis visto cuando os diga que la escena del campo de rugby (esa que tanto se deja ver en los trailers) no es lo único espectacular que pasará ante vuestros ojos, con una música ambiente para levantarse de la butaca y un Christian Bale al que si alguna vez odié por ser el prota de "Mujercitas", le pido disculpas.
Mi consejo es que le déis una oportunidad, que permitáis que pasen los minutos y los segundos sin buscar cada pega (esas que siempre se pueden encontrar) y que os dejéis arrastrar por su crescendo, pues lo más probable es que al final os den ganas de aplaudir y sonreír sastifechos.