El callejón de las almas perdidas, Guillermo del Toro se decanta por la monstruosidad del ser humano

Por Alejandro Pereira Soto

Intrigante desde el primer segundo de metraje. El callejón de las almas perdidas es lo nuevo de Guillermo del Toro, un remake de la película original de 1947. En esta cinta de ambientación sublime, el director mexicano narra un episodio importante en la vida de Stan (Bradley Cooper), un buscavidas que tratará de abandonar el pozo en el que se encuentra. Lo más sorprendente de la película no es su argumento, sino el cambio de visión de Guillermo del Toro. Durante su filmografía siempre ha tratado de mostrar la humanidad de los monstruoso pero, en El callejón de las almas perdidas, trata de reflejar la monstruosidad del ser humano a través de sus personajes. De hecho, a lo largo de la cinta vemos cómo el director juega con esta metáfora al utilizar la feria y la ciudad como lugares contrapuestos, uno pretende reflejar la miseria y la monstruosidad y el otro la elegancia y el buen hacer. El callejón de las almas perdidas, Guillermo del Toro se decanta por la monstruosidad del ser humano
Una cinta Neo-noir que asombra y desgasta a partes iguales. La película arranca con fuerza, sin embargo, llegados a la mitad, el espectador se topa con un valle denso donde la trama parece no discurrir con serenidad. No obstante, nada de lo que cuenta podría suprimirse sin que el significado final de la misma se viese afectado. Quizá lo más destacado de todo sea el estilo y la ambientación de la película. Es por todos bien conocido que a Guillermo del Toro le encanta cuidar todos los escenarios de sus cintas y así lo demuestran todos sus proyectos. Pues bien, en El callejón de las almas perdidas podríamos estar ante una de las mejores películas en este aspecto del director. Consigue que el espectador se sumerja desde el minuto uno en esa atmósfera de los años 40 tan peculiar. Los protagonistas no fallan, tanto Bradley Cooper como Cate Blanchett están muy bien en sus papeles y los secundarios que les acompañan no se dejan nada por el camino. Todo forma parte de una trama perfectamente pensada para su majestuoso final.
El callejón de las almas perdidas no es la película que muchos espectadores esperarán, pero si consigue su cometido con creces, además de brindarnos una experiencia cinematográfica por la que vale la pena pagar una entrada de cine.