Esta novela ha sido la lectura obligatoria de este trimestre para 2º ESO. Es un libro muy breve, que se lee en una sentada y que estoy segura acabará gustando hasta a los más alérgicos a la lectura. Quizás les choque encontrar expresiones o palabras que no utilizamos porque la autora es Argentina y desde la página número uno, ya te das cuenta de que algo suena diferente (“... fue recién con el asunto de las letras magnéticas cuando sintió que su pálpito se confirmaba.), pero en ningún caso impide o dificulta la lectura y una vez más, yo como madre abnegada (que ¡ejem! un año más se ha quedado sin regalo el Día de la Madre) me lo he leído en compañía de mi descendiente.
El protagonista de este libro, Francisco Méndez, tiene 14 años y un cociente intelectual muy alto que le ha servido para adelantar algunos cursos. Eso, aunque “a priori” parece muy ventajoso, también tiene sus inconvenientes en el sentido de verse, por un lado un poco, “agobiado” por una madre que parece esperar de él mucho (el niño está convencido de que su madre sueña con un Premio Nobel) y por otro “discriminado” por sus compañeros, ya que no parece encajar ni con los de su edad, ni con los compañeros con los que comparte curso, que en edad sí son mayores pero intelectualmente ni se le acercan.
Por otro lado es un enamorado de Sherlock Holmes y está tan convencido de saber todo cuanto de él se puede saber, que no duda en utilizar sus técnicas para resolver una serie de asesinatos que se han cometido muy cerca de su domicilio. ¿Lo logrará o se estará metiendo en algo que todavía le viene muy grande? Por supuesto contará también con su propio Watson en la figura de Arturo, el único amigo de verdad que tiene.
“Creo sencillamente que no soy una persona muy sociable. Lo tengo a Watson y hay un par de compañeros que me caen bien. No necesito más. No soy, por cierto, el tipo de persona que se divierte mucho en fiestas o parques de diversiones. Creo que no sé cómo comportarme en esos momentos. Prefiero quedarme en casa con un buen libro o frente a la computadora”.Lo cierto es que con un estilo muy dinámico y ágil, la novela que no tiene más que 153 páginas, engancha desde la primera hoja. La historia está narrada en primera persona, por nuestro pequeño Sherlock (Francisco Méndez) que desde sus 14 años nos cuenta en capítulos alternos, por un lado cómo es su vida actual y por otro cómo ha sido su vida desde su tierna infancia con esa presencia maternal constante que intenta que se interese por distintas actividades en las que él destaca, pero que no le atraen especialmente, y que no podrá evitar sentirse algo decepcionada cuando Fran, con 10 años, es elegido para representar a su colegio en un concurso televisivo y el tema elegido para participar no es otro que “Sherlock Holmes”.
La verdad es que me ha gustado mucho el libro y tengo que añadir que a Bookworm Junior también. Que tenga una pequeña trama policial de investigación es interesante, ya que nuestro Sherlock utiliza su ingenio y lógica para recabar pistas y establecer sus propias hipótesis, pero me ha gustado sobre todo cómo nos describe lo difícil que es para él encajar, el miedo a decepcionar a su entorno, tanto a sus compañeros en el concurso o a su madre, la angustia que le provoca sentirse reconocido en todas partes, sobre todo tras salir en televisión. Esos nervios que se le ponen en el estómago cuando menos lo desea y sobre todo su honestidad para contárnoslo y también ese saber reírse de sí mismo en algún momento.
Otra parte importante del libro son las referencias literarias a la obra de Arthur Conan Doyle. No podría ser de otra manera, claro. Son muchas las citas que aparecen en la novela. Nuestro protagonista tiene una habilidad fantástica para contestar a la gente con citas de Sherlock, añadiendo a continuación el título de la historia a la que hace referencia.
“El camino de Sherlock” recibió el Premio Jaen de Narrativa Juvenil en 2007 y aunque es una historia que queda debidamente cerrada, la autora escribió otras dos novelas protagonizadas por Fran, nuestro Sherlock y Arturo, su querido Watson: No es fácil ser Watson y No me digas Bond, aunque no estoy muy segura de que estén editadas en España. No prometo que las vaya a leer, pero desde luego si me cruzo con ellas, les haré un hueco entre mis lecturas.
Creo que es una lectura muy acertada para acercar a la lectura a los más perezosos y que quizás, les empuje a buscar algún otro título con un argumento similar o incluso las continuaciones de éste.
Book Trailer de "El camino de Sherlock"