Hasta bien entrado el siglo XX el acceso a los pueblos de la Sierra Norte se realizaba por caminos de herradura; solo las cabeceras de comarca (Tamajón) y algunos otros lugares afortunados tenían carriles, por donde podían pasar carros. Esto explica (en parte) el aislamiento de nuestros pueblos durante siglos.
Algunos caminos recibían el apelativo de “real”; unos dicen porque fueron construidos y/o mantenidos por la Corona, otros porque en tiempos remotos se pagaba peaje. El camino real de Puebla de Valles lo comunica con Uceda y Torrelaguna.

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