Revista Cultura y Ocio
Allí moraba en el Sekhet Hemat, o País Salado, un campesino llamado Sekhti, con su esposa e hijos, sus asnos y sus perros; y él traficaba en todas las cosas buenas del Sekhet Hemat a Henenseten. He aquí ahora él fue con juncos, natrón y sal, con madera y vainas, con piedras y semillas, y todos los buenos productos del Sekhet Hemat. Y este Sekhti viajó al sur hacia Henenseten; y cuando llegó a las tierras de la casa de Fefa, al norte de Denat, encontró a un hombre allí parado en la orilla, un hombre llamado Hemti, el obrero-hijo de un hombre llamado Asri, que era un siervo de los altos- el mayordomo Meruitensa. Ahora dijo este Hemti, cuando vio los asnos de Sekhti, que eran agradables a sus ojos, "¡Oh, que un buen dios me conceda robarle los bienes de Sekhti!"LEER MÁS »